La reina Isabel II realizó su primera aparición pública desde que comenzó la pandemia de coronavirus en el mes de marzo. A la monarca británica de 94 años se unió su nieto, el príncipe William, en el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa en Porton Down. En su encuentro la reina se reunió con científicos que luchan contra el virus.
La reina Isabel II reveló una placa para inaugurar oficialmente el nuevo Centro de Análisis Energético. El complejo valorado en 39 millones de dólares es utilizado por los científicos para el trabajo antiterrorista. Aunque el Reino Unido se encuentra en medio de una nueva ola de contagio, ni la reina ni el príncipe William fueron vistos con barbijos. Sin embargo, ambos acataron las reglas de distanciamiento social.
El nuevo encuentro
La reina Isabel II llegó al recinto en helicóptero por separado del duque de Cambridge, quien viajó en coche. Un portavoz del palacio señaló que se siguieron todos los consejos. Las 48 personas que entraron en contacto cercano con la pareja fueron examinadas para detectar posibles casos de coronavirus. Todas las pruebas resultaron negativas.
El Palacio de Kensington, la residencia londinense de William, se negó a emitir comentarios sobre el estado de solvencia del príncipe William respecto a recientes análisis médicos. El último compromiso público oficial de la reina se llevó a cabo en su residencia real el 9 de marzo. En dicha ocasión se unió a la familia real para el servicio del Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster.
Durante la pandemia
Antes de que el Reino Unido entrara en cuarentena el 23 de marzo, la reina y su esposo, el príncipe Felipe, se mudaron del Palacio de Buckingham al Castillo de Windsor, donde han permanecido desde entonces. Aunque vive una existencia mucho más solitaria, la reina ha sido una presencia visible durante los últimos meses. Se la ha visto participando en su primera videoconferencia para ayudar a quienes cuidan a otros, a menudo en circunstancias difíciles durante la pandemia.