El actor hawaiano Jason Momoa se encuentra en un gran momento de su carrera artística luego del éxito obtenido con la película “Aquaman”. Sin embargo, no se conforma con haber interpretado a este superheroe y acaba de revelar uno de sus más grandes sueños: interpretar a Wolverine, uno de los “X-Men” más famosos.
El actor, quien pertenece al Universo Cinematográfico de DC como Arthur Curry, asistió este fin de semana a la Celebrity Fan Fest de San Antonio, Texas, y participó de un panel de preguntas y respuestas con los fans. Uno de los asistentes le preguntó sí le gustaría interpretar a algún personaje del Universo Cinematográfico de Marvel y el actor hawaiano no dudó ni un segundo en responder que sí.
“Me encantaría interpretar a Wolverine. Hugh Jackman fue un fenómeno, era genial. De hecho, crecí amándolo”, manifestó Jason Momoa ante la sorpresa de los fanáticos. Sin embargo, ver al actor interpretando al mítico mutante de garras de metal va a ser un poco difícil ya que aún tiene contrato con DC.
Hace unas semanas, surgió el rumor que Henry Cavill podría dejar la capa de Superman para convertirse en el nuevo Wolverine, aunque también está en la misma situación que Momoa debido a que ambos participaron el películas de la productora rival de Marvel. Las dos casas productoras de comics más populares han competido en contenidos, aunque el UCM ha arrasado la taquilla cinematográfica con sus películas de Avengers.
Durante 17 años, Hugh Jackman fue el encargado de dar vida a Wolverine en la saga de películas de “X-Men”; sin embargo, se despidió del personaje con la cinta “Logan” (2017). Recientemente, el actor reveló que a los pocos días de empezar a rodar la primera película en la que encarnaba a este mutante, los productores de estuvieron a punto de despedirlo. Y teniendo en cuenta que esa era la primera película que el australiano rodaba en Estados Unidos, aquella situación estuvo a punto de costarle la salud.
“Me dijeron que las cosas no estaban funcionando como ellos esperaban”, asegura Jackman a The Daily Mail recordando aquel fatídico año 2000. “Eso significaba que iban a despedirme de la primera gran producción que estaba rodando en Hollywood, un paso enorme en mi carrera. Me enfadé tanto que lo único que se me ocurrió hacer es volver a casa y empezar a quejarme a mi mujer Deb de lo que estaba pasando”, contó.
“Estaba derrotado a un nivel olímpico, no paraba de hablar mal de todo el mundo”, continúa, para luego reconocer que de no ser por los consejos que le dio su esposa Deborra-Lee Furness, habría acabado tirando la toalla. “Ella me escucho con toda la paciencia que fue capaz y cuando terminé de lloriquear hora y media después, me dijo que tenía que confiar más en mí mismo. Me dijo que me estaba preocupando demasiado de lo que los demás pensaban de mí y que lo único que tenía que hacer era centrarme y fiarme de mi instinto. Que yo podía con todo”, confiesa. El resto es historia. Hugh fue Wolverine en nueve películas más.