CULTURA

17 de agosto, aniversario del fallecimiento del general don José de San Martín

Compartimos con nuestros lectores un escrito del doctor Ricardo Mena-Martínez Castro

José de San Martín

SALTA.- (Ricardo Mena-Martínez Castro) En el año 1816, antes de exponer sus planes a Pueyrredón, más precisamente en el mes de junio, parte a San Luís para entrevistarse con el mismo delegando el mando militar en O’Higgins y el político en el Ayuntamiento. Este es el año en que nace su hija Mercedes Tomasa y solicita autorización para comunicar a Chile la declaración de la independencia. Este nombra como gobernador de Cuyo en caso de ausencia al Coronel Toribio de Luzuriaga.

En el mes de setiembre informa al gobierno acerca de la composición del armamento con que cuenta, como asimismo de la composición de sus cuadros militares. En el mes subsiguiente forma en la provincia vecina de San Juan un cuerpo al denominado «Legión Patriótica de Chile”, compuesta exclusivamente por emigrados chilenos. Diciembre es el mes en que recibe las «instrucciones reservadas” de Pueyrredón acerca de lo que debía observar durante la campaña emancipadora.

En el año de 1817 hace jurar fidelidad a la Patrona del Ejército como asimismo la bendición de la bandera en la Plaza Mayor. Este año marca el comienzo de las hostilidades efectivas, ya que parten diversas partidas para invadir la provincia de Coquimbo y la ciudad de Talca, al mando de los coroneles Cabo y Freire.

Se toman medidas urgentes para evitar las deserciones y parten Las Heras a Uspallata y el Comandante Melián hacia Los Patos. Se trató en este período, de ocultar a ultranza los movimientos del ejército que parte encabezado por San Martín por el Paso de Los Patos. Lo hacen asimismo la Reserva del Ejército de Los Andes, al mando de O’Higgins como también los escuadrones de los Granaderos a Caballo.

Debido a que debía partir en campaña solicita al gobierno central que haga regresar a su esposa Remedios asignándole una cuota mensual de ochenta pesos mensuales de su sueldo. En el mes de enero sale La Artillería al mando del Comandante Plaza y la Maestranza al mando del Coronel Beltrán.

En el mes siguiente se produce un enfrentamiento en Achupallas, en Guasco, y en los Patos; Las Heras entra a Villanueva. El 12 de febrero se produce la batalla de Chacabuco y el 14 de febrero el Ejército Libertador entra en Santiago. Ese mismo mes de febrero el Cabildo Abierto lo elige Director de Chile, pero al no aceptar ocupa el puesto Bernardo de O’Higgins. Luego parte a Buenos Aires para buscar apoyo para realizar la campaña al Perú.

En 1818 se firma la declaración por parte de O’Higgins y sus ministros la Declaración de la Independencia de Chile. También en 1818 logra que Pueyrredón se decida a formar una escuadra que domine los mares en el Pacífico. Sobreviene luego Cancha Rayada para luego de la reorganización del ejército culminar en el triunfo de Maipú, asegurándose de esta manera la libertad de Chile. Parte luego a Buenos Aires para solicitar la ayuda necesaria para la Campaña al Perú, y pide 500.000 pesos para el ejército. Sorprende como un acto de presión para decidir a los estados a continuar la campaña, presentando la renuncia al mando del ejército.

Renuncia asimismo al mando de los Ejércitos chilenos. También solicita ayuda al gobierno nacional solicitando 300.000 de los cuales sólo logra 100.000, para lo cual remite al gobierno de Buenos Aires la situación financiera del Ejército de la Patria. En 1819 comunica al gobierno de Buenos Aires la deplorable situación del ejército abandonado por el gobierno de Chile que no parece pensar más en la campaña del Perú. Se suceden las revueltas del Litoral y se anoticia que las tropas de Belgrano concurren a la zona. Persuade también al gobierno nacional, que es más importante la guerra contra el enemigo español. Ante la posibilidad de que el Ejército de Los Andes también concurra, es que pronuncia su célebre frase «mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas”.

En el mes de marzo de 1819 el General Bernardo O’Higgins, junto a Tomás Guido y la Logia de Santiago se oponen a que el Ejército de los Andes vuelva a pasar la cordillera, por considerar que casi todo el contingente era de naturaleza chilena. Se llega a un acuerdo con Pueyrredón, al no haber un peligro exterior inminente, para que los dos mil efectivos del mencionado ejército quedaran en su lugar de emplazamiento, es decir en Chile. A continuación San Martín, cansado por las idas y venidas de la política renuncia a todos sus empleos públicos sin sueldo alguno.

También ese año se produce la invasión realista por el norte, y el gobierno le solicita que concurra en apoyo de Belgrano. En consecuencia acepta el cargo de Brigadier General de los Ejércitos de Chile y solicita al gobierno que le permita prestar servicios en el país vecino, mientras que Pueyrredón lo convoca a una reunión en Buenos Aires, para tratar los acuciantes problemas políticos, no sin antes coordinar con O’Higgins, la salida de la flota para desbaratar la anunciada invasión.

El día 4 de septiembre renuncia al mando del Ejército Unido. Y desde Mendoza pide al Cabildo que interceda ante los caudillos del Litoral y Santa Fe para que terminen su enfrentamiento con Buenos Aires. Luego vuelve a partir a Chile, no sin antes advertir y preparar a Cuyo ante la realidad de la invasión española.

Y así llega el año de 1820, año en el que el gobierno de Chile le nombra General en Jefe del Ejército Libertador del Perú, y envía comisionados ante el gobierno de Córdoba Juan Bautista Bustos, para que consensue con el de Buenos Aires. El día 26 de marzo presenta nota al General Gregorio de Las Heras para presentar su renuncia a la conducción del Ejército de Los Andes. En el ínterin se suscita un conato de conflicto de intereses al considerar O’Higgins que la autorización del Senado a San Martín, lo posponían demasiado. Pero luego de superar esto, por fin la Escuadra parte desde el puerto de Valparaíso hacia el Perú, para desembarcar en Paracas y estacionarse en Pisco. El 21 de octubre crea por decreto la bandera peruana, dividida por líneas diagonales en cuatro cuerpos: blanco los dos de los extremos superior e inferior y encarnados los laterales con una corona de laurel ovalado, y dentro de ella un sol saliente por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo.

Luego se suceden los triunfos de Lavalle en Cangallo y de Las Heras en Huamanga. Desde la localidad de Ancón, a cuyo puerto llegará Cochrane con parte de la escuadra sorprende a la fragata realista Esmeralda. En diciembre Arenales vence a los españoles en Pasco, y escribe a O’Higgins los vientos favorables que impulsaban a la expedición. El 2 de junio se concreta una entrevista entre San Martín y de la Serna y acuerdan un armisticio en Punchauta. El día 6 del mismo mes se concreta la evacuación de Lima por parte del Virrey De La Serna, para entrar el 10 a la ciudad con todo el Ejército Libertador, declarando de inmediato la libertad el Perú de España y de toda otra dominación extranjera.

El día 2 de Agosto se proclama Protector del Perú y en el mes de septiembre el Ejército Realista se retira vencido, firmándose la capitulación en el Callao. Sobreviene luego la batalla de Pichincha donde Sucre es el vencedor sobre los ejércitos realistas y el famoso encuentro entre San Martín y Bolívar en Guayaquil, para sentar las bases de la unidad americana. Acepta la propuesta de Bolívar y el 15 se firma en Lima un Tratado de Unión, Liga y Confederación ofensivo-defensivo entre Colombia y Perú. El gobierno argentino comunica que no concurrirá en ayuda de la guerra en el Perú.

El Congreso Constituyente del Perú le otorga el título de Fundador de la Libertad del Perú y el de Generalísimo de las Armas del Perú. Padece por aquellos tiempos la fiebre tifoidea y recibe numerosas cartas para que instara a O’Higgins a dejar el poder. Parte entonces desde Chile hacia Mendoza para instalarse en su chacra de Los Barriales, y se niega a la propuesta de los militares del Perú a fin de volver

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