SALTA ( Gladys Coviello ) -El taxi se desplazaba con lentitud por la avenida Marco Avellaneda en la tarde seca y soleada del 24 de agosto. El semáforo nos detuvo y permitió que pudiéramos contemplar la cabellera brillante de la flor de san Juan que caía sobre una porción del muro ruinoso del Ferrocarril Central Córdoba.
Esta enredadera pertenece a la familia de las bignonias que pueden ser árboles, enredaderas o lianas. Hay más de 650 variedades: entre ellas el jacarandá, la catalpa, el lapacho, el tecoma y el kiri. Se caracterizan por tener flores terminales en panojas de colores anaranjados, lilas, blancos o rojos. La flor de san Juan tiene otros nombres: cipó, bella flor, pico de tucán, bignonia anaranjada o bignonia venusta.
Las bignonias deben su nombre al escritor francés Jean-Paul Bignon un bibliotecario y estudioso de la flora americana durante el reinado de Luis XIV en el siglo diecisiete.
En nuestro país su nombre vulgar alude a las fiestas de san Juan cuando se hacen fogatas. Esta es una costumbre muy antigua. Tiene antecedentes paganos y se refiere a la celebración del solsticio de verano en el hemisferio norte. Se encendían hogueras para animar al brillo del sol, darle más fuerzas porque iba debilitándose. Existen muchas variedades de esta ceremonia en otros países que poseen funciones purificadoras y se relacionan con antiguos cultos agrarios. Pasó al cristianismo y esa fecha nos recuerda a san Juan Bautista pero sin relación con los solsticios.
Lo cierto es que para nosotros se ha transformado en un ritual sin significado especial y sirve para encender fogatas en determinadas esquinas donde los vecinos se encargan de desprenderse del mobiliario inservible o cachivaches que sirvan como combustible.
La planta alcanza los 10 metros de altura y se adhiere a los muros a través de zarcillos. Tiene ramificaciones delgadas y los tallos viejos son robustos y estriados. Las hojas compuestas y ovaladas son perennes y miden entre 5 y 10cm.
Las flores perfectas, alargadas y levemente perfumadas se ubican en racimos terminales. Los colibríes se encargan de la polinización y sus semillas con alitas están encapsuladas.
Esta enredadera es de crecimiento rápido y desea lugares asoleados pero son sensibles a las heladas. Se las usa en glorietas y cercos. En Brasil se hacen canastos con las ramas finales y utilizan las hojas para preparar infusiones antidiarréicas.