Avenida De Salta que lleva su nombre. Fue Francisco de Toledo un noble español nacido en julio de 1515 en Oropesa (Toledo) y fallecido en Sevilla en el año 1584. Desempeñó el cargo de Virrey en el Perú. Fue el quinto Virrey de esta pujante colonia de España. Dentro de su genealogía ascendente se encuentra el rey Alfonso XI de Castilla y doña Leonor Núñez de Guzmán, emparentada con la familia a la que perteneciera Santo Domingo de Guzmán. Pertenece Francisco de Toledo a la aristocrática familia de los Condes de Oropesa. Este linaje terminaría luego por fundirse con La Casa de Alba. Unido a la Orden de Alcántara, sirvió por casi veinte años al emperador de quien era amigo personal. Sirvió a Carlos V en los ejércitos de Flandes e Italia.
La Orden de Alcántara nació al norte de la actual provincia de Cáceres, a orillas de río Coa, con el nombre de San Julián de Pereiro. Tras la conquista de la ciudad de Alcántara a los musulmanes, su defensa fue confiada a la Orden de Calatrava en 1214, pero debieron renunciar cuatro años más tarde debido a la lejanía de esta ciudad. La defensa entonces fue encomendada a la recientemente formada Orden de los Caballeros de Julián de Pereiro, con cierta dependencia de la Orden de Calatrava. Con el tiempo pasó a denominarse de esta última manera.
Su virreinato duro desde el 26 de noviembre de1569 hasta el 23 de septiembre de 1581, recibiendo el cargo de manos del gobernador y Presidente de la Audiencia Lope García de Castro. Durante su gobierno en el año 1570, fue instalado el Tribunal de la Inquisición, se levantaron fortificaciones a orillas del mar para prevención ante el ataque de los piratas y pudo concluir con la resistencia inca de Vilcabamba, ordenando la cruel ejecución de Túpac- Amaru. Fue un administrador eficaz, al ordenar la administración colonial. También reguló la Mita y la Encomienda.
Recordemos que se conocen como incas de Vilcabamba, a los cuatro monarcas sucesores de Atahualpa que resistieron el desmantelamiento del Imperio Inca. Se consideraban los legítimos herederos de Huayna Cápac y en algunas ocasiones hasta llegaron a realizar algunas negociaciones con los primeros gobernantes del Perú. Los Incas de Vilcabamba fueron: Manco Inca Yupanqui, Sauri Túpac Inca, Titu Cusi Yupanqui, Tupac Amaru I.
También debemos recordar brevemente que la encomienda era una institución socio-económica, mediante la cual un grupo de individuos debía retribuir a otros, en especie, trabajo u otro medio por el disfrute de un bien o por una prestación que hubiere recibido. En América con las leyes de Burgos, se pretende limitar los abusos de los españoles sobre los nativos de la tierra. La Mita era un servicio público obligatorio, agrario, minero, pastoril o de servicio doméstico, que debían cumplimentar los indios tributarios para el servicio del encomendero.
La duración de la Mita minera se fijó en diez meses. A cambio el encomendero tenía la obligación de catequizar a los naturales. Lamentablemente esto no se cumplía lo que motivó la presencia del Oidor del Perú Francisco de Alfaro que dictó una serie de leyes que tampoco se cumplían. Encomendero era la persona que poseía encomiendas o Mercedes Reales y que a cambio de trabajo debía catequizar a los indios. La Inquisición fue una Institución que en realidad hace referencia a varias instituciones que se dedicaban a la supresión de la herejía dentro de la religión católica.
Fue el Virrey Francisco de Toledo en realidad fue quién provoca la consolidación social de la conquista en la actual tierra argentina. La idea de Toledo era clara: que las provincias tuvieran conexión y anexión de manera que estuvieran salvaguardadas de los levantamientos, sabiendo que una podía concurrir en auxilio de la otra.
En marzo de 1576 decía a su majestad el rey que «envió gente a hacer la población del Valle Calchaquí y Salta, para que aquella provincia de Tucumán se pudiera unir y juntar y comerciar con la de la ciudad de la Plata”.
Las temibles tribus chiriguanas ocupaban los territorios al este de la ciudad de Salta, por cuya causa Francisco de Toledo se empecinó en la fundación de mencionada ciudad de Salta además de la de Jujuy.
La Instrucción de Toledo a Lerma demuestra que el autor de la fundación de Salta es el Virrey Toledo y su ejecutor Hernando de Lerma. A pesar de todos los contratiempos, por eso dijo con firmeza: «ordeno y mando” estas fundaciones. Sus órdenes debían cumplirse «bajo apercibimiento”.
Puede también consignarse que, aparte de ser el verdadero fundador de esta ciudad, fue un acérrimo propulsor del Derecho Indiano, del Derecho del Trabajo y del Derecho de Minería.
Como vemos la denominación de una de sus avenidas, tributa un verdadero homenaje a este ilustre Virrey.
Por Ricardo Mena-Martínez Castro