Un gran conflicto se vive entre quienes fueran una de las parejas más buscadas y queridas del ambiente de la televisión. La relación entre Araceli González y Adrián Suar atraviesa su peor momento y el escándalo estalló en todos los medios de comunicación. Si bien ambos se separaron en 2004, tras ocho años de relación, la madre de Flor Torrente denunció que el dueño de Pol-Ka tenía una deuda económica con ella.
Además de lo antes mencionado, la actriz aseguraba que debido a tal falta de paga ella no podía tener abiertas las puertas al mundo laboral. Su exesposo rompió el silencio en «Los ángeles de la mañana» donde habló al respecto. «Me enojé, no quiero ser careta porque la división de bienes se hizo hace 17 años y quedaba un porcentaje que la justicia estaba resolviendo. Yo siempre cumplí con todas mis obligaciones», indicó.
A su vez, el protagonista de su nueva película, «Corazón loco», se refirió a lo que era su queja en cuanto al poco espacio laboral para el género femenino. «No me gusta que en este momento tan delicado, con todo lo que se trabaja por las mujeres se metiera en la misma bolsa. No me gusta la mancha venenosa, se ensucio una causa muy válida con este tema», aseveró.
¿Adrián Suar trabajaría con Araceli González?
Dentro de su entrevista en el canal donde es gerente de programación, Adrián Suar se refirió a si en un futuro volvería a trabajar con su exesposa. «Ara es una actriz que siempre me gustó. La he arengado mucho más de lo que ella misma se arenga. Yo volvería a trabajar con ella pero es Ara la que no quiere», afirmó. Recordemos que ambos estuvieron en «La banda del Golden Rocket».
Por último, el actor se refirió al mal vínculo que ambos llevan y lo que podría afectar a su adolescente hijo, Tomás Kirzner González. «Hay cosas que a mí tampoco me hicieron bien pero que nunca las dije. La respeto, la amé muchísimo y nunca respondo pero esta vez salí a aclarar porque Tomás, mi hijo, está formándose y cuando comienzan a salir este tipo de cosas, no le hacen bien. Al menos, yo lo veo así. Él es maduro, muy piola. Es un pendejo divino pero no le hace bien que los padres diriman sus cosas en televisión», selló.