Fue el jueves pasado el día que Oriana Sabatini eligió para hablar sobre sus trastornos alimenticios. Ella confesó haberlos sufrido durante 10 años y se mostró al natural en una filmación que superó los ocho millones de reproducciones en su cuenta oficial en Instagram. Su nombre se convirtió en tendencia gracias al mensaje positivo que estaba enviando. Por su parte, Catherine Fulop se animó a hablar sobre la podersa confesión de su hija.
En un primer momento, la reacción de Fulop fue comentar el video con tiernas palabras dirigidas hacía la cantante de 24 años, quien actualmente vive en Turín con el delantero de la Juventus Paulo Dybala. “Mi bebé bella. Quiero que sepas que te amo. Estoy muy orgullosa de ti y cómo te manejas en tu vida, la madurez te dará la calma para ver todo lo hermoso que hay en ti. Vas por muy buen camino, hija”, dijo la venezolana.
En una entrevista reciente, Catherine Fulop habló sobre cómo vivió los problemas alimenticios de su hija y confesó que ni ella ni Ova Sabatini se dieron cuenta de los mismos. “Ver el posteo, a nosotros nos movilizó muchísimo. Para mí es algo muy de ella y por eso la quise respetar y no sabía qué decir entre tanto llamado (que recibí). La que está autorizada a hablar de lo que le pasa es ella”, enfatizó sobre las palabras de su hija.
Ella recordó que cuando Oriana era adolescente, le pidió que le comprara el libro Abzurdah, que se hizo conocido luego de que tuviera una adaptación cinematográfica con la China Suárez como protagonista. “Cuando me lo pidió, se lo compré, pero no sabía de qué era. Me enteré después… A veces los padres tenemos que tener cuidado. Ella lo tomó como un referente”, aseguró Cathy sobre lo que consideró un momento clave en la vida de Oriana.
“Por suerte está rodeada de mucho amor. Ella tiene un grupo muy hermoso de amigas. Nosotros como papás tratábamos de ayudar desde el ejemplo, pero uno no terminaba de darse cuenta porque ella no estaba flaquita anoréxica”, continuó. Además, agregó que más de una vez sintió “impotencia” por no haber podido ayudar a su hija por no estar al tanto de la situación. “Oriana estaba bien: nunca fue ni gorda ni flaca. Entonces, no puedes darte cuenta que realmente hay un problema”, dijo antes de pedirles a los padres que estén más atentos con estas situaciones.