ESPECTÁCULOS

Rodrigo Vagoneta habló sobre su lucha contra las adicciones en la mesa de Juana Viale

El humorista es uno de los personajes más queridos de la televisión argentina actualmente.

Desde que comenzó su participación en Bienvenidos a bordo, de El Trece, conducido por Guido Kaczka, Rodrigo Vagoneta ha hecho reír a miles de argentinos. Noche tras noche, el humorista es tendencia en las redes sociales debido a sus ocurrencias en la pantalla chica. En ese contexto, fue invitado a ser parte de la mesa de Juana Viale en una nueva emisión de Almorzando con Mirtha Legrand.

«Y vos Rodri saliste de una adicción, de un temón hace un tiempo, y hoy estás feliz», introdujo el tema Juana Viale, quien actualmente reemplaza a su abuela en el histórico programa. «Y ahora hace cuatro años que no consumo una gota de alcohol, mirá, estoy con agüita. Sí, por suerte tuve la gracia de Dios de poder salir de eso porque estaba atado, porque ya no era feliz», expresó Vagoneta.

«¿Pero muchos años tardaste en darte cuenta que eras adicto?», indagó más allá Juana. «Cuando tenés que tomarte una botella de vino para dormirte, o cuando tenés que bailar el vals con la novia y te mandas un fondo blanco porque sino no tenés coraje, te vas dando cuenta», se sinceró Rodrigo Vagoneta. «Pero hasta que te asumís, hasta que decís sí, bueno, voy a poner un freno a esto…», agregó Juana.

«Sí, en mi caso yo fui a una asociación que no la voy a nombrar porque es anónima, pero sí…Mi click fue cuando un día mi mujer me dio a mi hijo y yo tuve miedo que se me caiga. Ahí dije ay, Dios mío, porque a mi mujer no le gustaba, entonces yo venía con un chicle, hacía como que estaba todo bien», arrancó Vagoneta con su relato en un momento en que su imagen está por las nubes.

«Cuando salía del teatro o cuando salía de la tele, durante la función no, nunca, pero era como una cosa que había que ir a festejar, todavía no lo tengo muy claro. Y la soledad también, porque yo estuve en mi casa mucho tiempo solo. A veces desempleado, entonces era comprarse algo para tomar y ponerse con la computadora, pero bueno, tuve la suerte de pegar el volantazo en el momento justo», recordó Rodrigo.

«Mi mujer estaba re contenta y yo súper, juego más con mi hijo, tengo más capacidad lúdica. Lo que te dicen cuando vos estás en el grupo es que después Dios te da buenos regalos, y todo esto yo creo que es parte de mi recuperación», destacó Vagoneta. «Uno lo que primero tiene que perder es la obsesión. Cuando entras al curso te ponen cuando usted entra al boliche lo primero que mira es dónde está la barra, sí. ¿Alguna vez se peleó con un amigo, con un familiar, con un jefe por esta razón? Y sí».

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