Karina La Princesita se sumó al Cantando 2020 como jurado por primera vez en su carrera. En la previa al estreno del certamen había muchas dudas acerca de que si la cantante podría afrontar semejante presión a ese nivel. Sin embargo, ella se ha mostrado fresca en la pista y contundente a la hora de brindar las devoluciones. Además, no se ha achicado ante ninguna provocación de los participantes.
Este último jueves, donde la ronda de los tríos ya comenzó a llevarse a cabo, se vivió una situación bastante particular. Ángel de Brito y Laurita Fernández se sorprendieron al ver entrar a Karina y ocupar su lugar en el estrado con el programa ya comenzado. Rápido de reflejos, De Brito le pasó factura por la demora y la desenmascaró en vivo. A lo que la artista tuvo una respuesta sin vueltas.
“Esa que llegó tarde a lo Pampita es Karina la Princesita”, expresó De Brito, con humor. Minutos más tarde, Karina se excusó en vivo: “Perdón, pero estaba boludeando ahí arriba. No mire el reloj y de repente dije ‘ay, es re tarde’. Perdón, malísimo. Nunca mas lo voy a hacer”, prometió Karina La Princesita antes de juzgar las actuaciones que brindaron Miguel Ángel Rodríguez, Lula Rosenthal y Tripa.
El trío cantó «Cuando pase el temblor», de Soda Stereo y obtuvo 20 puntos. Karina fue la que más disfrutó de la presentación y les puso un 8. por su parte, Mediavilla los calificó con un 7, mientras que La One puso un 6 en su tablero electrónico. Nacha Guevara es la dueña del voto secreto en esta ronda y hasta se animó a hacer un chiste sobre el título del tema que cantaron. Todo en referencia a la polémica que armaron Lola Latorre y Lucas Spadafora sobre los temblores en su cuerpo.
Mejor suerte tuvieron Claribel Medina y su hija, Agostina Alarcón. Ellas invitaron al trío a Rocío Quiroz y deslumbraron en la pista cantando «Santo, Santo», de Gloria Estefan. Las tres obtuvieron 24 puntos con un 6 de Karina, 6 de Oscar Mediavilla, 9 de Moria Cásan y tres puntos del BAR que quedó compuesto por figuras del espectáculo de la talla de Lourdes Sánchez, Laura Fidalgo y Anibal Pachano.