SALTA (Redacción) – Nuevamente otro escándalo tiene al club Boca Juniors en el centro de la tormenta. Esta vez, están implicados Juan Román Riquelme y su hijo, Agustín Riquelme. El hijo del actual vicepresidente del club es uno de los 149 egresados que volvió de Cancún con varios infectados de coronavirus. Pese a ello, el joven no cumplió con el aislamiento preventivo por ser contacto estrecho y estuvo presente en el Superclásico.
Sin ocultarse, las cámaras lo grabaron este domingo junto a su padre, Román, en el palco de la Bombonera viendo el partido que culminó en 1 a 1. Por otra parte, otras fuentes declararon que Agustín no estaba obligado a mantenerse aislado. Además de remarcar que el hijo del exenganche ya tuvo COVID-19. No obstante se registraron varios casos de reinfectados. Uno de ellos fue el hijo de Nancy Pazos y Diego Santilli.
El hecho comenzó a tomar notoriedad en las últimas horas. Tal es así que hace menos de una hora la cuenta de Twitter «¿Por qué es tendencia?» lo anunció como una de las tendencias del día. Dado que el partido es uno de los hechos más televisados, todas las cámaras apuntaron hacia el palco. Aquello hizo notar que el adolescente no fue el único infiltrado.
Esto puso al descubierto la falencia en el cumplimiento de protocolos por parte de los clubes. Debido a que aquel día ingresaron más personas de las permitidas. Ambos hechos, a la vista del público masivo y sin el menor cuidado, pusieron a la AFA en estado de alerta. De hecho, el presidente Claudio “Chiqui” Tapia analiza la convocatoria a una reunión de Consejo Directivo para analizar lo ocurrido.
Según las disposiciones del Ministerio de Salud, se debe entrar al país con un PCR negativo de las 72 horas previas hecho en el lugar de origen, salvo que se haya tenido COVID-19 en los últimos 90 días y se pueda comprobar mediante los estudios correspondientes, como sería el caso de Agustín Riquelme. Por otra parte, el adolescente borró todas las fotos del viaje que había subido a su cuenta de Instagram para evitar mayor exposición.