Salta (Redacción)- Como respuesta a un posible ataque por parte del ejército iraní, el gobierno de los Estados Unidos ha tomado la terrible iniciativa de desplegar un gran número de bombarderos B-52. Los mismos tienen como objetivo deambular sobre la zona del Golfo Pérsico, bajo el mensaje de advertencia. Las aeronaves tienen una misión militar ejemplar. Las mismas están capacitadas para realizar transporte de misiles cruceros y cargamento con alcance atómico. La noticia ya recorre el mundo entero, quien espera que la advertencia no pase a mayores.
Desde el Pentágono han justificado a la maniobra bajo un manto de preocupación por parte del Gobierno norteamericano. El objetivo se centra en dar “«señales claras y recientes de que las fuerzas iraníes y sus aliados están elaborando preparativos para un posible ataque a las fuerzas estadounidenses”. La noticia trascendió al mundo luego de que el mismo asesor presidencial en Seguridad Nacional, John Bolton, hiciera pública la noticia. Bolton había mencionado la maniobra de un gran portaaviones con destino al Golfo Pérsico.
Por su parte, Chales Summers, portavoz interino del Pentágono brindó detalles sobre cuál era la situación militar. Sus declaraciones generaron tanta polémica como miedo a la hora de imaginar el panorama actual de la situación en medio oriente. “«señales claras y recientes de que las fuerzas iraníes y sus aliados están elaborando preparativos para un posible ataque a las fuerzas estadounidenses” comentó Summers, al ser indagado por el evidente movimiento de las fuerzas militares.
El 8 de mayo del 2018, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump se había negado a formar parte de un acuerdo internacional. El mismo había sido obtenido en el 2015 y supuestamente tenía como objetivo impedir que Teherán fabricase una bomba atómica. Durante aquel acontecimiento el máximo mandatario del país norteamericano volvió a redoblar la apuesta inicial contra el país de medio oriente. En aquella ocasión Trump apostó a “fortalecer la campaña de máxima presión contra el régimen iraní”.
Lo curioso de la situación es que, más allá de los reiterados intentos por justificar el accionar militar, en ningún momento se dieron a conocer detalles sobre la amenaza en cuestión. De este modo, aun se aguarda conocer cuál fue el desencadenante de la reacción por parte del ejército norteamericano. Sin embardo, el vocero de la operación fue Bill Urban (capitán de la Marina y portavoz del Comando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses) quien anticipó que no hay certezas si la acción se podría realizar de manera terrestre o marítima.
Por su parte, la respuesta del gobierno iraní no se hizo esperar. Desde el mismo aparato gubernamental han afirmado que, a pesar de la amenaza norteamericana, no ha decidido abandonar el Acuerdo Nuclear Multilateral. El mismo acuerdo había sido rubricado y adaptado a las demandas de las partes, en julio del años 2015. Sin embargo, desde el propio Irán han tomado la iniciativa de disminuir su partición “de manera voluntaria” dentro del mismo acuerdo. El dato no es menor, ya que la iniciativa toma por Teherán viene a promulgarse a tan solo un año de que Estados Unidos abandonara el tratado internacional.
En este sentido, Mohammad Javad Zarif, Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, fue el encargado de comunicar la decisión tomada por el país musulmán. La misma fue emitida una vez que el funcionario arribara a Rusia, con el fin de encontrarse con su par ruso Serguéi Lavrov, durante la jornada del miércoles. Según el mensaje emitido por Javad Zarif, la decisión se debe a la falta de compromiso, y la constante falta de cumplimiento de las obligaciones planteadas por el acuerdo, por parte de los principales Estados que lo habían conformado.
