SALTA (Redacción) – En Japón se registró un fuerte sismo que generó un pequeño tsunami en diversas regiones. El movimiento ocurrió a las 22:22 hora local y la alerta fue levantada dos horas y media más tarde. El Instituto de Geofísica estadounidense (USGS) confirmó que la magnitud del sismo fue de 6,4 y la Agencia Nacional de Meteorología japonesa marcó un 6,7.
Si bien el sismo no produjo daños materiales ni personas heridas, las autoridades japonesas esperaban olas de un metro aproximado en las costas de la isla de Honshu. La alerta fue descartada a la 1:00 de la madrugada y la agencia meteorológica verificó un pequeño tsunami en al menos cinco lugares del país.
El acontecimiento puso en alerta a las prefecturas de Yamagata, Niigata y Ishikawa; y preocupó a una gran parte de la población de Honshu. En la localidad de Murakami –una de las zonas más afectadas por el movimiento- las personas buscaron refugio en edificios públicos durante el temblor, según informó la agencia Noticias Argentinas.
El temblor incluso llegó a sentirse en Tokio y según la cuenta oficial de Twitter de la embajada española en Japón causó “cortes en la carretera y el transporte público se vio afectado”. Además, como parte de las recomendaciones de precaución ante el movimiento del tsunami, autoridades locales solicitaron a las personas que permanezcan alejadas de las costas.
Antecedentes negativos
Los movimientos sísmicos en Japón rememoran el terremoto de magnitud 9 que produjo un gigantesco tsunami el 11 de marzo de 2011. En aquella oportunidad, la ola arrasó con la vida de 18.500 personas y causó el accidente nuclear de Fukushima. Este último hecho provocó pánico en los países vecinos y sobre todo en los ciudadanos locales.
El devastador sismo tuvo lugar a 371 kilómetros al noroeste de Tokio y contó con una profundidad de 24 kilómetros. Mientras que las olas registradas alcanzaron los nueve metros de altura y complicaron la situación de diversos reactores nucleares en la región. Ambos desastres naturales costaron aproximadamente 300.000 millones de dólares.
El terremoto sufrido en 2011 es considerado el más grande en la historia de Japón, pese a que cada año se producen alrededor del 20% de los sismos más fuertes y violentos del mundo. Los movimientos extremos en el país asiático son producto de la ubicación del lugar, sobre la intersección de cuatro placas tectónicas.
