SALTA (Redacción) – El Papa Francisco espera que el encuentro transcurrido entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; y el líder norcoreano, Kim Jong-un pueda conducir a la paz. “En las últimas horas hemos visto en Corea un buen ejemplo de la cultura del encuentro», manifestó.
Francisco brindó sus sensaciones del encuentro en la bendición dominical, ante miles de feligreses en la plaza de San Pedro correspondiente al Vaticano. «Saludo a los protagonistas con una oración para que un gesto tan significativo sea un paso más en el camino hacia la paz. No solo en esa península, sino para el bien del mundo entero”, exclamó.
Al respecto, Trump, quien se convirtió en el primer presidente estadounidense en pisar suelo norcoreano, se pronunció desde su cuenta de Twitter de la siguiente manera: “Dejando Corea del Sur después de una maravillosa reunión con el Presidente Kim Jong Un. Estaba en el suelo de Corea del Norte. Una declaración importante para todos, y un gran honor”.
La flamante reunión tuvo como objetivo principal la idea de reanudar las conversaciones acerca del desarrollo nuclear norcoreano, que estaban estancadas desde hace muchos años. Además, los mandatarios estadounidenses buscaron persuadir al líder norcoreano para sellar la paz entre las dos Coreas.
Fuentes allegadas al encuentro aseguran que Trump y Kim Jong-un se saludaron con un apretón de manos y manifestaron el deseo de lograr la paz por las dos partes. El hecho en cuestión no sólo llama la atención por haber sido la tercera reunión en poco más de un año, sino que también por haber transcurrido en la antigua frontera de la Guerra Fría, un símbolo de la hostilidad entre las Coreas.
Además, como parte de la reunión, el mandatario estadounidense cruzó una línea de demarcación militar en el lado norte del Área de Seguridad Conjunta, patrullada por soldados de ambos países. Posteriormente, regresaron a la parte surcoreana para reunirse con Moon Jae-in, en el marco de un hecho sin antecedentes.
Finalmente, Trump y Kim celebraron una reunión bilateral a puertas cerradas. Allí se definió la creación de equipos de trabajo en busca de que Corea del Norte renuncie a sus armas nucleares en el corto tiempo. “Acabamos de tener una muy, muy buena reunión. Veremos qué pasa”, concluyó el presidente de Estados Unidos.
