SALTA (Redacción) – La canciller alemana, Angela Merkel, brindó este miércoles detalles sobre su salud, a horas de sufrir una nueva crisis de temblores durante un acto oficial. Lo hizo mediante una conferencia de prensa -a la que asistieron diversos medios, donde expresó que está “muy bien” y sostuvo que no hay de qué preocuparse. De esta manera, la mandataria del país europeo trajo tranquilidad a todos los ciudadanos y minimizó el episodio que le tocó vivir en esta jornada. Es la tercera vez en menos de un mes en que la dirigente política padece públicamente un problema de esta categoría.
Una fuerte preocupación
El hecho en cuestión –que preocupó a gran parte de la población alemana- se desarrolló en horas de la mañana, en el transcurso de un acto oficial celebrado en la Cancillería. Allí, Merkel recibió al Primer Ministro finlandés, Antti Rinne, con quien mantiene una cercana relación y comparte diversos objetivos. Sin embargo, como le ocurrió en dos oportunidades anteriores, la mandataria del país europeo sufrió temblores, en una escena registrada por todos los medios presentes en el lugar. A raíz de esta noticia, volvieron a presentarse especulaciones alrededor del estado de salud de la funcionaria.
En el transcurso del evento en cuestión, Merkel se presentó vestida con una chaqueta azul y permaneció de pie junto a su par finlandés, mientras sonaban los himnos oficiales de ambos países y se cumplía el protocolo de rigor. Acto seguido, la canciller local comenzó a registrar temblores en su cuerpo que no pasaron desapercibidos ante los presentes. Principalmente los brazos y las piernas de la funcionaria alemana manifestaron pequeñas sacudidas, que sólo dejaron de notarse una vez que el acto oficial continúo y ella volvió a caminar en el escenario. La situación tampoco pasó inadvertida por el Primer Ministro finlandés, quien se encontraba al lado.
Finalmente, la canciller de Alemania aprovechó la conferencia de prensa prevista una vez concluido el acto oficial y se refirió al hecho en cuestión que le tocó atravesar más temprano. “Estoy muy bien, no hay de qué preocuparse”, sostuvo Merkel ante una multitud de medios de prensa. Del mismo modo, un portavoz del Gobierno alemán anteriormente había desechado versiones negativas sobre la salud de la mandataria europea; y explicó que la jornada se desarrolló con normalidad, tal como estaba establecida. “La canciller está bien y las discusiones con el primer ministro finlandés continuaron”, expresó.
Los antecedentes cercanos
A pesar de que los problemas de salud de Merkel trascendieron mundialmente durante esta jornada; también es importante destacar que tuvieron una menor intensidad que las veces anteriores. La primera ocasión tuvo lugar el pasado 18 de junio; y en aquella oportunidad, la canciller alemana sufrió los temblores ante la presencia del ciudadano ucraniano, Volodimir Zelenski. Las explicaciones oficiales brindadas a la población en ese entonces, estuvieron vinculadas a un cuadro de deshidratación. Habría sido provocado exclusivamente por el intenso calor que asechaba la ciudad de Berlín.
La máxima mandataria de Alemania -cercana a cumplir los 65 años el próximo mes- además; había sido víctima de otra serie de espasmos similares, el pasado 27 de junio. Nuevamente ante la vista de una gran cantidad de medios de prensa y ciudadanos locales, Merkel padeció de temblores; en el marco de una ceremonia oficial por la toma de posesión de la nueva ministra de Justicia en Berlín. Sin embargo, aquella vez, la canciller alemana tampoco modificó su agenda de actividades políticas; por lo que posteriormente asistió a la Cumbre de Líderes del G20 en Osaka (Japón) y cumplió con el cronograma estipulado.
La situación de Merkel en Alemania
Merkel está en el poder de Alemania desde 2005 y espera retirarse de la política al finalizar el corriente mandato en 2021. Los recientes episodios que la tuvieron como protagonista han recorrido los diferentes medios de todo el mundo y alertaron a la sociedad teutona. Si bien el oficialismo alemán evitó brindar precisiones sobre la salud de la canciller; desde algunos sectores se comenzaron a tejer versiones poco alentadoras en relación con su bienestar. Por el momento los interrogantes vigentes parten de la frecuencia en los espasmos y a posibles vínculos con otras enfermedades base de gravedad.