MUNDO

Coronavirus: El microbio que arrodilla a China

Hay preocupación en el mundo por la velocidad con la que se esparce

Coronavirus en China.

SALTA (Redacción) – La aparición de un brote de coronavirus, si bien menos agresivo que sus antecesores, el SARS y el MERS, ha provocado un fenómeno inédito, como es el cierre masivo de ciudades y la restricción de ingreso y egreso desde China. En las últimas horas, el gigante asiático va quedando prácticamente aislado por tierra, mar y aire.

La característica de este virus es su transmisión aérea, aunque también puede darse por el pasaje entre manos de objetos o sustancias que hayan estado en contacto con una fuente contaminada. En su evolución, el coronavirus ya es transmisible también por contacto humano. Los esfuerzos del Gobierno chino se pueden calificar de “desesperados” para contener una epidemia que en pocos días ya contagió a casi 8.000 personas y mató a cerca de doscientas más.

Pero, ¿es realmente esta epidemia producto de una enfermedad de origen animal, o esconde una realidad más siniestra?. Porque justamente es en la provincia de Wuhan que aparece el virus y donde se encuentra el laboratorio de bioseguridad de Nivel 4, el más alto, para bacterias de contaminación aérea, donde se halla el epicentro de la tragedia.

En ese laboratorio se encuentra lo que se conoce como “la habitación del pánico”, un recinto donde los científicos trabajan con virus que no tienen cura. Las exigencias para quienes ingresan son altas, sobre todo en materia emocional porque trabajar allí demanda “estar muy tranquilos”, ya que manipulan agentes biológicos potencialmente peligrosos engrosados bajo un nivel de contaminación III, es decir, microorganismos infecciosos por vía aérea.

La tradición política de China es la de ser un país donde todo es secreto. No hay cifras oficiales de nada, ni siquiera de condenados a muerte, por ejemplo, de modo que la comunidad científica occidental comienza a mirar con desconfianza a este laboratorio del cual los expertos en bioseguridad de EE.UU. ya habían advertido en el año 2017, que un virus podría «escapar» de esa instalación.

De hecho, así pasó con el virus del SARS que se había ‘escapado’ varias veces de un laboratorio en Pekín, según un artículo de la prestigiosa Revista “Nature”.

Si bien todo apunta a una sospechosa coincidencia, ya que el Laboratorio Nacional de Bioseguridad de Wuhan está situado a unas 20 millas del Mercado de Mariscos de Huanan, la comunidad científica todavía piensa que pueda tratarse de una mutación del virus en un tramo de contacto animal-humano.

Sin embargo, se alimentan dudas debido a la celeridad con que China dispuso el levantamiento de dos hospitales con una capacidad de más de dos mil camas y puso en estado de movilización a su Ejército, a la vez que se toman medidas excepcionales que no tienen antecedentes en la historia reciente.

En las últimas horas, la Organización Mundial de la Salud a través de su jefe, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado la “emergencia mundial” ya que el virus ha comenzado a extenderse fuera de China, reconociéndose incluso ya un caso de contagio de persona a persona en Estados Unidos.

Los días que siguen serán claves para conocer si la pandemia se puede controlar o no, pero hoy resulta una paradoja que el laboratorio de Bioseguridad de Wuhan que se creó con la esperanza de ayudar a China a contribuir con la investigación de los virus más peligrosos del mundo, sea haya convertido en la usina de una propagación que amenaza a la población mundial.

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