El Dalái Lama cumple esta joranda 80 años como líder espiritual budista de la región del Tíbet. Tenzin Gyatso, tal como es su nombre secular y legal, se dirige desde 1940 a la comunidad religiosa desde ese lugar venerado como un maestro en la fe que inspira a millones de personas. A pesar de este importante aniversario, no habrá celebraciones oficiales por la amenaza de coronavirus que azota al mundo.
Un líder en el exilio desde la India
En tanto, como bien remarca El Intransigente América, la tarea del Dalái Lama no es nada sencilla. Ya que el líder es perseguido por China desde la Revolución. Además, desde 1951 la región del Tíbet fue anexada por la potencia asiática. Desde aquel entonces, Gyatso se dirige a sus fieles desde el exilio, en la ciudad india de Dharamsala. También es una de las caras visibles del pedido de autonomía de la región en pugna.
El religioso tibetano fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1989 y tambie´n mantuvo encuentros con diversos líderes mundiales. Entre ellos, se destacan los expresidentes estadounidenses Barack Obama y Bill Clinton. Mientras que en 2011, decidió dejar los cargos políticos que tenía en el gobierno tibetano en el exilio para dedicarse de manera completa a la fe.
Un 22 de febrero hace 80 años, Gyatso fue proclamado. Era apenas un niño de 4 años que pudo designar objetos que habían pertenecido al anterior Dalái Lama. Por este motivo, se lo considera la reencarnación de aquel y allí se lo separó de su familia para recibir educación teológica y filosófica. En este momento, su salud no es la mejor y en abril pasado fue internado por una infección pulmonar.
Problemas de salud y dudas por su sucesión
Por este motivo, la sucesión del Dalái Lama es un tema recurrente pero también una incógnita. Los activistas tibetanos temen que China ejerza influencia y logre que asuma alguien que responda a sus intereses. Por esto, un grupo de expertos sostiene que Gyatso no seguirá la tradición que hace elegir a este líder en un extenso ritual que podría demandar años. Como informó El Intransigente América, podría designarse una niña o incluso proclamar al actual como “el último Dalái Lama”.