El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, subestimó la pandemia de coronavirus y esto pegó fuerte en la sociedad brasileña. Ahora piden su renuncia con un cacerolazo. En las últimas horas, las autoridades sanitarias de ese país anunciaron que el número de infectados se disparó y alcanzó los 428. Además, anunciaron que ya se registraron cuatro personas fallecidas. Ante esta situación las manifestaciones contra el mandatario se realizaron en San Pablo y varios estados, mientras realizaba una conferencia.
Manifestaciones y funcionarios contagiados
Por su parte, el mandatario aseguró que está combatiendo la enfermedad y realizó una polémica comparación futbolera con el virus COVID-19: “El equipo va bien y estamos ganando por goleada”. Mientras tanto, se escuchó un fuerte grito de guerra en buena parte de los barrios de una de las ciudad más populosas de Brasil: “¡Afora Bolsonaro!”. Según consigna El Intransigente las crónicas de los medios brasileños, hubo protestas en Consolacao, Santa Cecilia, Higienopolis, Bela Vista, Pompeia y Jardins.
Todas estas zonas mencionadas se unieron para realizar un importante cacerolazo contra Bolsonaro. Y el sonido de esas cacerolas fue espontáneo y se repitió en varias ciudades más. Cabe detallar que al mismo tiempo, el Presidente realizaba una conferencia de prensa. Lo que llamó la atención fue que todos los funcionarios utilizaron un barbijo. Algunos periodistas criticaron esto y aseguraron que se trató de un “show”. Sin embargo, como bien señaló Salta4400, esa disposición podría estar relacionada con la posibilidad de que parte del Gabinete tenga coronavirus.
¿Hay medidas de Bolsonaro?
En la conferencia ante los medios, Bolsonaro aseguró que “el equipo va bien y estamos ganando por goleada”. “Pero también es gracias a su técnico”, continuó el mandatario realizando la polémica comparación sobre la “batalla” que libra contra el virus surgido en China. “Entonces, vamos a hacer justicia y elogiemos al director técnico que se llama Jair Bolsonaro”, apuntó. “Brasil sufrió problemas más graves en el pasado, pero no tuvieron la repercusión del actual”, esgrimió el Jefe de Estado. Pero no anunció ninguna medida de prevención.
Por último, el presidente brasileño se refirió a los numerosos cacerolazos en su contra. Y como es habitual Bolsonaro culpó a los medios de comunicación y los acusó de ser «parciales». “El cacerolazo es un movimiento espontáneo de la población, una expresión de la democracia”, indicó. Sin embargo, agregó: “Pero observo que la difusión del caso, por Globo y por la revista Veja, es parcial”. “[Estos medios] no toman cuenta del cacerolazo a favor”, remarcó.