El gobierno de Brasil logró por el momento superar una grave crisis política que padecía en medio de la pandemia. Tras varios contrapuntos públicos, declaraciones polémicas cruzadas y una jornada especialmente plagada de rumores, el ministro de Salud, Luis Henrique Mandetta, continuará en su cargo. Lo hará a pesar de sus grandes diferencias con el presidente Jair Bolsonaro sobre la política respecto al coronavirus.
Luego de varios rumores de salida llegó una ratificación
En una conferencia de prensa realizada luego de una reunión entre el presidente Bolsonaro y todos sus ministros, Mandetta aseguró que “no abandonará” el cargo. Mientras tanto, hasta ese momento, la prensa brasileña había asegurado que el mandatario nacional quería despedirlo. En este sentido, se mencionaba al diputado Omar Terra como su reemplazante. Esto representaría un relevo impactante del titular de Salud en plena pandemia del virus COVID-19.
Como bien informa El Intransigente América, el funcionario Mandetta no negó sus diferencias con el presidente sobre las medidas preventivas. Sin embargo, sostuvo ante los medios: “Juntos daremos pelea a nuestro enemigo común: el COVID-19”. “Un médico no abandona a un paciente y yo no lo haré», agregó el ministro descartando la posibilidad de renunciar. Unas horas antes, había sido defendido por el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia y hasta por jueces del Tribunal Supremo.
Cabe destacar que el propio ministro afirmó que estaba preparando su salida. Confesó que fue ante las versiones de que el mandatario lo echaría. Pero remarcó que ahora continuará trabajando para detener la pandemia. “Cuando salga del ministerio, colaboraremos con quien entre”, señaló. En tanto, durante la jornada, había recibido muestras de apoyo por parte de los empleados de su ministerio. De la misma manera, su nombre era vivado por personas en los balcones o la vía pública.
Las diferencias enormes sobre el coronaviurs que tienen Bolsonaro y su ministro
Por último, cabe recordar que las grandes diferencias entre Bolsonaro y Mandetta tienen que ver a la postura rotundamente opuesta que ambos mantienen sobre el coronavirus. El ministro impulsa el distanciamiento social recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que es seguido por casi todos los gobernadores brasileños. Por su parte, el presidente relativiza la enfermedad y la minimiza. Incluso pide volver a las actividades para evitar una crisis económica.