SALTA (Redacción) – Si bien la situación entre bolivianos y argentinos está tensa desde hace rato con el despertar de la histórica problemática por las fronteras, ahora encuentra otro motivo para profundizar la grieta. La pandemia dividió las aguas, contrario a lo que reflexiona cuando se habla de la crisis como una oportunidad. Los intereses políticos, hacen del contexto, el escenario ideal para disparar en los puntos débiles, exhibir culpas y encontrar victimarios. Es el caso del vínculo entre Bolivia y Argentina.
Precisamente, Bolivia denunciará ante la ONU y la OEA la “grave intromisión” de Argentina en sus asuntos internos. De hecho, apuntan contra las declaraciones recientes de miembros del gobierno argentino. Asimismo, la canciller Karen Longaric, señaló al exmandatario boliviano Evo Morales, refugiado en Buenos Aires desde diciembre pasado, un mes después de dimitir y asilarse en México. Todo sucedió tras una ola de violencia en las calles en protesta por los resultados de las elecciones de octubre de 2019, denunciadas como fraudulentas.
“La cancillería va a hacer una representación formal ante la secretaría general de la OEA y ante el secretario general de Naciones Unidas, denunciando esta grave intromisión de autoridades argentinas en los asuntos internos en Bolivia”, afirmó la jefa de la diplomacia boliviana a la radio privada Fides. Longaric aseguró también que los vínculos diplomáticos con Argentina “lamentablemente están en muy mal momento”.
Mi intervención en la OEA:
— Karen Longaric Rodriguez (@KarenLongaric) August 7, 2020
¿Por qué Evo Morales le quita el oxígeno a su pueblo, a los enfermos y a quienes buscan con todas sus fuerzas aferrarse a la vida? Porque no le importa el bienestar colectivo. Sólo le importa promover sus ambiciones personales. Eso lo retrata plenamente https://t.co/BZtRPk7IUX
Posturas encontradas
A su vez, afirmó que Bolivia ha “hecho todo el esfuerzo necesario para entablar una relación respetuosa y cordial”. Sin embargo, la canciller del gobierno interino detalló que hay varios hechos que fundamentan los reclamos, entre los que destacó las frecuentes declaraciones políticas del expresidente izquierdista boliviano Evo Morales (2006-2019).
Según entienden las autoridades bolivianas, los dichos infringirían las normas de su refugio en Buenos Aires. Las declaraciones de Morales “han sido toleradas y socapadas por el gobierno argentino”, dijo Longaric. También indicó que el gobierno de Alberto Fernández se pronunció a favor de un informe de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la violencia política en Bolivia a fines de 2019, tras las anuladas elecciones generales bolivianas.
Denunciamos que el gobierno de facto inició privatización de YPFB al dar el monopolio de instalación de gas domiciliario a una empresa privada: solo en La Paz, 800 pequeñas empresitas que hacían ese trabajo, con la estatal yacimientos, quedarán en la calle. ¡Qué insensibilidad! pic.twitter.com/31mbi1wem1
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 31, 2020
Ese informe, difundido la semana pasada, dice que durante esos incidentes en el marco de la renuncia de Morales tras casi 14 años en el poder, se registraron graves violaciones a los derechos humanos en Bolivia. “No debería haber hecho jamás una cancillería de un país de pronunciarse sobre temas que son propios del gobierno boliviano”, remarcó Longaric.
Mencionó además un reciente tuit del subsecretario argentino de Obras Públicas, Edgardo Depetri, quien se comprometió a fortalecer el voto de los bolivianos que residen en Argentina para que Bolivia “vuelva a ser un país libre y democrático”.
Junto a compañeras y compañeros de @EsTiempoDeIgua1 nos reunimos con @evoespueblo.
— Edgardo Depetri (@EdgardoDepetri) August 22, 2020
Nos comprometimos a fortalecer la participación de migrantes bolivianos, en la elección presidencial, para que Bolivia vuelva a ser un país libre y democrático. pic.twitter.com/gExKnnP4SR