MUNDO

El Papa Francisco pidió «despertarnos del letargo que nos atenaza e interpelar nuestras conciencias»

El Papa Francisco reclamó por la distribución desigual de los alimentos en un mundo donde unos pocos cuentan con mucho y muchos con casi nada.

Papa Francisco

SALTA (Redacción) – El mundo está viviendo varios frentes de batallas, con matanzas a civiles y guerras a diferente escalas. Mucho se especulaba que el mundo sería mucho mejor una vez que finalizará la pandemia pero prácticamente eso no ocurrió. Con todos estos inconvenientes el Papa Francisco sigue siendo un faro en la lucha por la igualdad y la paz.

Su última mensaje fue para hacer un pedido enfocado en la igualdad y mejorar las condiciones de distribución. Actualmente en el mundo cada vez hay más «hambre y desnutrición» mientras que otros viven con gran «ostentación y opulencia«. Todo esto es lo que lleva a Francisco a reclamar por una mejor distribución de alimentos, recursos básicos y el acceso universal al agua.

«La Jornada Mundial de la Alimentación se celebra en una coyuntura en la que la miseria y el desaliento no dan tregua a numerosos hermanos nuestros», señaló. Dicho mensaje lo envió Francisco al director de la oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). «En efecto, el grito de angustia y desesperación de los pobres debe despertarnos del letargo que nos atenaza e interpelar nuestras conciencias», se explayó el Papa.

«La condición de hambre y desnutrición que hiere gravemente a tantos seres humanos es el resultado de un inicuo cúmulo de injusticias y desigualdades que deja a muchos tirados en la cuneta de la vida y permite que unos pocos se instalen en un estado de ostentación y opulencia», remarcó el Papa Francisco. «Esto se aplica no sólo a los alimentos, sino también a todos los recursos básicos, cuya inaccesibilidad para muchas personas representa una afrenta a su dignidad intrínseca, otorgada por Dios», enfatizó.

El Papa pidió cuidar el agua y garantizar el acceso universal

Los actuales niveles de desigualdad que hay en el mundo «es, sin duda, un insulto que debería sonrojar a toda la humanidad y movilizar a la comunidad internacional», advirtió. También destacó el lema de este año: «El agua es vida, el agua es alimento. No dejar a nadie atrás«, exclamó. Además, sostuvo que tiene «un valor insustituible de este recurso para todos los seres vivos de nuestro planeta».

En otras palabras, sostuvo que «se deriva la perentoriedad de planificar e implementar su gestión de manera sabia». Pero también «cuidadosa y sostenible, de forma que todos puedan disfrutarlo para satisfacer sus necesidades sustanciales». Es fundamental que «se pueda también sostener e impulsar el adecuado desarrollo humano, sin que nadie sea excluido», sintetizó Francisco.

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