SALTA (Redacción) – Solamente en un lapso de dos horas, un par de ladrones ingresaron a la casa de una docente de 45 años, de donde se llevaron un importante botín de cuatro mil dólares y varios bienes personales. A pesar de esta angustiante situación, horas después de haber sufrido el ilícito, la profesora se presentó a dar clases en un colegio secundario. Igualmente, por casualidad, allí obtuvo una pista clave para dar con uno de los sospechosos por el saqueo que había sufrido en su vivienda. De acuerdo con la información que obtuvo la policía, se habría tratado de un robo planificado.
Fuentes de la Policía de la Provincia de Salta le informaron a Salta 4400 que delito tuvo lugar el pasado lunes 15 de abril. Esa jornada, alrededor de las 13, la docente Gabriela Guerrero abandonó temporalmente su casa del barrio Centro de la ciudad de General Güemes, aunque regresó dos horas más tarde, apenas pasadas las 15. Cuando estaba ingresando a su inmueble, la mujer advirtió que uno de los ladrillos de la tapia del frente se encontraba en el piso. Sin embargo, no le dio importancia a este hecho hasta que, una vez adentro de la vivienda, descubrió los rastros que habían dejado los delincuentes.
En ese momento, la propietaria de la casa se dio cuenta de que los ladrones habían escalado la tapia y, posteriormente, habían forzado una ventana para lograr, de esa manera, irrumpir en el interior. Rápidamente, los malvivientes se dedicaron a revolver todas las habitaciones y, en primer lugar, se apoderaron de dos teléfonos celulares que se encontraban en el comedor, a la vista de cualquier persona que estuviera en la casa. En la faena, los delincuentes abrieron una caja que se hallaba en el interior de un armario, donde efectivamente hallaron cuatro mil dólares que Guerrero tenía ahorrados.
Al dar con todos los cajones abiertos, con sus pertenencias desparramadas en el piso, y el desorden que los asaltantes habían dejado a lo largo de toda la propiedad, lo primero que hizo la docente fue correr desesperadamente en busca de sus ahorros. Sin embargo, su esperanza se esfumó en cuestión de segundos, debido a que finalmente comprobó que los ladrones se los habían llevado. Ante ello, alertó a la policía sobre esta situación y, luego de que los uniformados hicieran las pericias de rigor por toda la casa, la mujer se encargó de hablar con sus vecinos para verificar si habían visto a los malvivientes. Precisamente, uno de ellos le confirmó que se había percatado de la presencia de un sospechoso en los alrededores.
A pesar de la lógica consternación que le produjo este episodio, en el que perdió el dinero que había logrado ahorrar durante los últimos años, la víctima no se desmoronó y, como prueba de ello, decidió asistir al colegio de la zona centro donde dicta clases en el nivel secundario. Una vez allí, los adolescentes percibieron la angustia de la profesora y, sin demasiadas vueltas, les comentó lo que le había pasado. Igualmente, durante esa charla, la mujer logró identificar a un estudiante, quien es amigo de otro joven que dejó de asistir al establecimiento hace algún tiempo y, precisamente, Guerrero lo considera como el principal sospechoso por el robo.
Horas más tarde, cuando la docente concurrió a la comisaría para ampliar la denuncia del robo, le reveló a los efectivos una extraña situación que había experimentado algunos días antes del ilícito. Justamente, relató que un individuo se había aparecido en su casa con el objetivo de pedirle dinero prestado para arreglar un desperfecto en su vehículo. Sin embargo, contó que la conversación no se limitó a este asunto, sino que el sujeto también comenzó a realizarle preguntas personales, referidas a las personas que habitan la vivienda e, incluso, otros detalles de la vida privada. Ante ello, la denunciante decidió cortar la conversación y le pidió que al muchacho que se retirara inmediatamente.
Además de comentar esta anécdota, la docente también le aportó a la policía la identidad del sospechoso, a quien identificó como el amigo cercano uno de sus estudiantes de secundaria. Asimismo, Guerrero incluso manifestó la posibilidad de que su propio alumno supuestamente haya sido cómplice del saqueo que sufrió en su vivienda. A partir de estos datos, los investigadores ya trabajan en dar con el paradero del sospechoso. Además, también dedican sus esfuerzos a aclarar si el presunto ladrón contó con el apoyo de otros cómplices para perpetrar el saqueo, tal como lo afirmo la víctima.