SALTA (Redacción) – Tras llegar a su lugar de trabajo para enfrentar una nueva jornada, el director del centro médico púbico fue informado por el personal respecto al saqueo del cual habían sido víctimas. Este hecho que generó indignación entre los empleados y los pacientes que esperaban su turno para ser atendidos en el predio donde funcionario el Centro de Salud 45, ubicado en el barrio San Francisco Solano.
La denuncia del robo, según lo informado por fuentes policiales a Salta 4400, fue radicada por el Director del Centro de Salud, Juan Carlos Tolaba, un médico de 60 años, quien se presentó en la comisaría Décima para dejar constancia del ilícito. De acuerdo con sus palabras, este episodio había sido descubierto alrededor de las 8 de la mañana, momento en que los miembros del personal llegaron al edificio y dieron con el faltante de los elementos robados.
En su testimonio, Tolaba logró reconstruir la manera en la que los malvivientes habían ingresado al centro de salud. Justamente, el dirigente sostuvo que los delincuentes habían trepado un alambrado perimetral, que posee cerca de dos metros de altura. De esta manera, los criminales habrían accedido al patio interno de la locación, donde procedieron a sustraer una serie de elementos y herramientas que estaban a su alcance.
En su denuncia, el director del establecimiento sanitario enumeró que los asaltantes se había llevado una bomba de agua, un estante metálico, tres sillas, rejas y otras pertenencias del lugar. Particularmente, estos elementos habían llegado recientemente a las instalaciones, con el objetivo de reponer los insumos del centro y, así, tener un mejor funcionamiento. Sin embargo, ahora deberán esperar una nueva partida.
Después de haberle tomado el testimonio a Tolaba, los efectivos procedieron a interrogar al resto de las personas que desempeñan funciones labores en el centro de San Francisco Solano, a fin de poder avanzar en la recolección de pruebas para guiar la investigación en algún sentido. Sin embargo, el propio director aludió que los uniformados todavía no tienen sospechas respecto a los autores del robo.
En este marco, la policía ha redoblados sus esfuerzos en la búsqueda de las pistas que los conduzcan hacia los delincuentes. En ese sentido, los investigadores no tampoco descartan que el saqueo haya sido obra de los maleantes de los distintos barrios y asentamientos que hay en la zona, ya que podrían conocer los movimientos del lugar y, a raíz de esta cercanía, contarían con una vía de escape más rápida.
Por otra parte, a medida que las horas fueron trascurriendo, los vecinos se sumaron a las quejas en contra de los delincuentes que operan en ese barrio, pues en este caso no tuvieron en cuenta que se trata de una entidad pública que beneficia a los propios habitantes de la zona. “Roban y lo reducen para luego comprar bebidas alcohólicas o en el peor de los casos, drogas”, se quejaron ante los efectivos.