SALTA (Redacción) – Dos sujetos armados con machetes irrumpieron en una vivienda, donde dormían una mujer y cuatro menores. Se llevaron varios artículos electrónicos.
Fuertes golpes en la puerta de entrada a la madrugada anticiparon lo que iba a convertirse en los minutos más aterradores de sus vidas. Alarmada por estos ruidos, la dueña de casa, que esa noche se hallaba sola junto a cuatro menores -dos de ellos hijos y otros dos sobrinos-, se apuró a levantarse de la cama para ver de qué se trataba. Sin embargo, era demasiado tarde, porque al salir del cuarto se topó con dos delincuentes.
El hecho, según lo informado por la policía a este medio, ocurrió el domingo pasado en la propiedad de la familia Romero, ubicada en el barrio 350 Viviendas de la ciudad de Tartagal. Según figura en la denuncia, dentro de la casa se encontraba al momento del asalto Romina junto a tres hijos, una de ellas mayor de edad y las otras menores; y también dormían otros dos sobrinos, que habían llegado de visita.
Alrededor de las 4hs, Romero se despertó sobresaltada por los ruidos en la puerta, y en su primera reacción, creyó que alguien golpeaba, por lo que se apresuró e ir a verificar. Sin embargo, no pudo llegar lejos porque apenas se levantó vio a dos sujetos dentro de la casa y decidió regresar a su habitación para resguardar a sus dos hijos menores. Los delincuentes portaban en sus manos machetes y se mostraron bastante alterados.
“El dinero, donde está el dinero”, gritó uno de los asaltantes a la mujer a la vez que blandía el machete de manera amenazante. Romero le dijo que no tenían plata y se mantuvo abrazada a sus hijos, por lo que los ladrones comenzaron a revisar todo en su cuarto en busca de elementos de valor y dinero. Después de desordenar todo y no encontrar lo que buscaban, continuaron con la pieza donde dormía su hija mayor, y también requisaron el lugar en el cual estaban sus sobrinos.
En su raid delictivo, los delincuentes se alzaron con los siguientes elementos de valor: un televisor, una guitarra, videojuegos, celulares, carteras y otros bienes. Con este botín, los ladrones amenazaron a Romero y sus hijos, para luego darse a la fuga, no sin antes amenazar a la familia para que se quedaran callados y no hicieran ninguna denuncia referida al asalto.
Una vez libre de los asaltantes, Romero alertó a la policía y en pocos minutos varios patrulleros salieron a rastrillar la zona en busca de los delincuentes. En tanto, dentro de la vivienda se llevaron adelante las pericias de rigor en busca de elementos de pruebas, que permitieran dar con los delincuentes.
Finalmente, en relación con los ladrones, la policía cuenta con pistas aportadas por Romero en su denuncia, donde se detallan características físicas de los asaltantes. Sin embargo, la policía confía en poder identificar y detener a los delincuentes a partir de otros indicios referidos a la causa en cuestión.
