SALTA (Redacción) – Procedente de la localidad bonaerense de Campana, un camionero debía llegar a la ciudad de Cafayate, para luego detenerse en Coronel Moldes, donde tenían proyectado hacer noche y descansar luego del extenso viaje iniciado en Buenos Aires. Todo marchaba según lo previsto, pero cuando se detuvo a descansar tuvo un altercado con una patrulla de policías en la ruta 68, a la altura del kilómetro 139, en el puesto de control vial “Viñaco”.
Al respecto, fuentes policiales informaron a este medio que por el hecho, se radicó una denuncia, casualmente, en la localidad de Coronel Moldes. La misma fue realizada por Omar Rueda, un camionero de 28 años de la provincia de Jujuy, quien explicó que se desempeña para le empresa Loyola, para la cual conducía un camión en los primeros días de este mes desde Buenos Aires a Salta.
El relato de la denuncia
Rueda explicó que se ciñó a la ruta de viaje que le dieron, por lo que al estar próximo a la localidad de Coronel Moldes, a la altura del puesto de control, ya en horas de la noche, donde decidió apostarse cerca del lugar donde los policías realizaban su tareas a fin de poder descansar y evitar así el riesgo de conducir con somnolencia, lo que podrían desencadenar un accidente fatal para sí y otras personas.
Tras dormir por un lapso de media hora, y según la denuncia de Rueda, los policías le tocaron la puerta de la cabina de su camión, lo despertaron y le ordenaron que se marche del lugar, pues estorbaba las tareas que los funcionarios policiales llevaban adelante en ese lugar. El camionero les informó su situación, por lo que lo dejaron que siga con su descanso, aunque eso duró apenas una media hora más, cuando regresaron para pedirle su cédula de conducir.
Ante esta nueva interrupción, Ruedo entregó la documentación en cuestión y luego decidió retirarse, por lo que al acercarse a los policías, un agente y un sargento, le requirió la devolución de su carné, circunstancias en que uno de los policías le informó que esperara debido a que aún debían labrar un acta de infracción por una prueba de alcoholemia que dio positivo con un registro de 1.36 de alcohol en sangre.
La supuesta infracción sorprendió al conductor, quien en su denuncia aseguró que en ningún momento fue sometido a dicho test. Rueda protestó por el abuso que hacían los policías con una prueba falsificada, pero los uniformados siguieron con el procedimiento para este tipo de situaciones. Por su parte, el camionero alertó a su superior sobre lo sucedido con los policías, y la demora de su rutina de viaje.Posteriormente, un encargado de logística de la empresa de transporte se hizo presente en el lugar y al conocer los detalles de lo ocurrido, le pidió a los policías se hicieran la prueba a su chofer delante suyo, sin embargo, los dos uniformados se negaron a realizar el control de alcoholemia, lo que le pareció sospechoso y llevo al camionero y su jefe a dudar de la actuación de los efectivos, a quienes finalmente denunciaron.
