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POLICIALES

Nuevo ataque a una mujer dentro de una unidad carcelaria en Salta

Se trata del tercer caso. En los dos primeros, Gabriel Herrera mató a sus respectivas parejas. Una en el penal de Metán y la otra en Villa Las Rosas.

Centro Federal Penitenciario NOA.-
Centro Federal Penitenciario NOA.-

SALTA (Redacción) – La violencia de género en Salta parece estar totalmente fuera de control, incluso dentro de un predio repleto de vigilancia, como el Complejo Penitenciario Federal III NOA, donde el 17 de enero pasado un recluso, por poco, termina con la vida de su pareja durante una visita íntima, lo que habría llevado a Salta a ser escenario  de un tercer femicidio en menos de 20 días.

Este nuevo episodio de violencia tuvo como protagonista a un ex policía, quien se encuentra detenido desde 2018 por una causa de narcotráfico. El ataque incluyó, además de golpes, lesiones con un cuchillo, lo que obviamente sorprendió y puso en problemas al personal de la cárcel de General Güemes, donde ya comenzó una investigación interna a fin de establecer cómo fue que el recluso logró armarse.

Según fuentes de la justicia federal, el ex sargento discutió con su mujer durante la visita conyugal. Aunque no se confirmó, todo indica que disputa se habría debido a un reclamo por celos por parte del recluso, quien en un arranque de furia primero amenazó a su pareja. “Si no sos mía, no sos de nadie”, gritó el preso para luego extraer un cuchillo y agredió a la mujer.

Con el arma blanca, conocida también como “faca”, el recluso le provocó a la joven varios cortes a la altura del cuello. Al verse ensangrentada, la mujer pidió ayuda a gritos, lo que provocó la inmediata intervención de los guardias, quienes se abalanzaron contra el recluso para reducirlo, circunstancias en que el ex policía lesionó a los uniformados con golpes y mordeduras.

Este ataque se parece mucho a otros dos episodios ocurridos en los años 2006 y 2017, en los cuales un mismo recluso mató a sus dos parejas de 29 y 18 años, las que fueron asesinadas cuando mantenían una visita íntima. El autor de estos crímenes fue Gabriel “Chirete” Herrera, un peligroso delincuente de Villa Costanera, quien cayó detenido por delitos contra la propiedad.

El primero de los casos sucedió en marzo de 2006, cuando Herrera estranguló a su esposa, Verónica Soledad Castro, de 29 años, durante una visita íntima en la unidad carcelaria 3, en la ciudad de Metán, donde el interno estaba alojado. Posteriormente, el 5 de enero de 2017, Herrera mató a Andrea Edith Neri, su nueva pareja de 18 años, a quien ultimó a cuchilladas durante una visita conyugal en la unidad carcelaria 1, en el Penal de Villa Las Rosas.

Con vida

En el caso ocurrido en la cárcel de Güemes, la víctima logró salvar su vida al forcejear con su pareja y pedir ayuda a gritos. La joven, quien fue asistida por personal médico de ese complejo penitenciario, se encuentra ya fuera de peligro, mientras que el agresor enfrenta ahora una acusación por el delito de tentativa de homicidio por violencia de género, figura penal que podría mantenerlo en prisión por varios años más.

A su vez, el fiscal federal, Ricardo Toranzos, adelantó que en su investigación buscará también establecer el grado de responsabilidad de los funcionarios del Servicio Penitenciario Federal, pues es evidente que alguno de ellos omitieron cumplir correctamente con sus funciones, lo que quedó en evidencia cuando el acusado sacó a relucir un arma blanca, la que no fue detectada por los guardias en la requisa previa a la visita conyugal.

Desde la fiscalía se informó oficialmente que al ex policía se le imputó el delito de tentativa de homicidio doblemente agravado por la existencia del vínculo con la víctima y por mediar violencia de género, conforme el artículo 80 Inc 1 y 11 del CP, en concurso real con lesiones leves agravadas ocasionadas al personal penitenciario (artículo 89 en función del artículo 92 del Código Penal).

La audiencia de formalización de la investigación estuvo dirigida por el juez federal 2 de Garantías, Miguel Medina, quien dio por admitida la causa con un plazo de investigación de 64 días, lapso de tiempo solicitado por la fiscalía a fin de que se completen una serie de medidas de pruebas, entre ellas una junta médica a los fines de analizar el estado psíquico del imputado.

Planteo

Durante la audiencia, desarrollada en los tribunales federal de calle Deán Funes y España, la defensa del ex policía, planteó que se podría haber evitado el incidente si el hombre estuviera en prisión domiciliaria en la causa por narcotráfico que se le sigue, por lo que reiteró dicha solicitud. Para definir tal petición, se espera el resultado de los informes médicos pertinentes.

La defensa del recluso, a su vez, requirió el traslado del imputado al penal de Formosa, provincia de la que es oriundo. Expuso como motivo principal la necesidad de que el acusado tenga contacto con sus familiares, situación que no conmovió al juez, quien rechazó el pedido “toda vez que se encuentran pendientes diligencias que requieren su presencia en esta jurisdicción”.

Medina, por otra parte, sostuvo que por ahora corresponde la competencia federal, posición que fundamentó con los argumentos de la Fiscalía, la que basó su caso en el lugar donde ocurrió el suceso, de competencia federal. En ese orden, el fiscal agregó que el imputado está a disposición de la justicia federal y, sobre todo, por encontrarse comprometido el buen desempeño del servicio penitenciario, lo que es motivo de investigación.

La defensa también se había quejado por la falta de atención médica de su asistido, razón por la cual el magistrado dispuso que se prevean todas la medidas pertinentes a los fines de proporcionar contención psicológica al imputado, quien podría recibir una pena grave por el ataque perpetrado en perjuicio de su mujer, al parecer, por una cuestión de celos.

Dos perpetuas para el doble femicida

Tras el crimen ocurrido el 5 de enero de 2017, Herrera fue llevado a juicio en abril del año siguiente, como consecuencia de ello la Sala VI del Tribunal de Juicio de Salta, integrada por Guillermo Pereyra, José Luis Riera y Mónica Mukdsi condenó a Herrera, de 40 años, a cumplir la pena de prisión perpetua por ser autor materialmente responsable del delito de «homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el género».

Asimismo, los jueces ordenaron que los penitenciarios Juan Carlos Gutiérrez, Fernando Daniel Velázquez Fernández, José Luis Ávalos y Héctor Augusto Franco, paguen una multa de 12 mil pesos y sean inhabilitados durante un año para cumplir cargos públicos, por el delito de «omisión de deberes de funcionario público», mientras que Nelson Alexander Cardozo, quien era celador en la unidad penitenciaria al momento del hecho, fue condenado a cinco años de prisión efectiva por «abandono de persona seguido de muerte».

En su alegato del caso, el fiscal Pablo Rivero calificó a Herrera como una persona «manipuladora y peligrosa» que actuó con «lucidez y premeditación», y que «nunca mostró arrepentimiento por lo que hizo». Cabe resaltar que al momento del ataque, el acusado cumplía ya una pena de prisión el 22 de septiembre en 2018.

Al momento de matar a su segunda pareja, Herrera cumplía prisión perpetua dictada el 22 de septiembre de 2006 por la Cámara Tercera en lo Criminal, que lo halló culpable del «homicidio calificado por el vínculo y por la alevosía» de Verónica Soledad Castro (29), quien era su pareja y también fue asesinada dentro del penal de la ciudad de Metán, en el sur salteño cuando fue a visitarlo. Según la Justicia, Herrera -quien por entonces estaba detenido por robo calificado- asesinó a Castro cuando ésta le dijo que quería separarse y mientras los dos hijos y la madre de la víctima aguardaban a que finalizara el encuentro en la sala de visitas de ese penal ubicado 154 kilómetros al sur de la capital provincial.

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