SALTA (Redacción) – Esta mañana se resolvió un proceso judicial en el que se investigaba un salvaje caso de violencia de género. Finalmente, la jueza Carolina Sanguedolce emitió un duro veredicto contra el acusado, Pablo Gabriel Yáñez, de 33 años. De esta manera, Lo condenaron a 14 años de cárcel por intento de femicidio. El malviviente había agredido y prendido fuego a su expareja, Rocío Noelia Sarapura, en el Cementerio de la Santa Cruz.
Horas atrás se llevó a cabo la última audiencia de este juicio, que había comenzado a fines de la semana pasada. Antes de dar a conocer el fallo, la magistrada le concedió a Yáñez la oportunidad de efectuar un descargo final. Sin embargo, el imputado se negó y optó por permanecer en silencio. Minutos más tarde, se retomó la sesión. En ese momento, Sanguedolce expuso la condena por el delito de tentativa de homicidio doblemente calificado.
De esta manera, la magistrada indicó que deberá penar 14 años de prisión, que serán de cumplimiento efectivo. Además, ratificó que Yáñez fue reincidente por segunda vez. En tanto, la jueza también requirió que se extraiga material genético del sentenciado para que sea incorporado al Banco de Datos Genéticos. Concretamente, mencionó que estas acciones estarán a cargo del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF).
El testimonio de Yáñez
El pasado lunes se llevaron a cabo las declaraciones de los testigos que habían solicitado ambas partes. En ese momento, Sanguedolce llamó nuevamente al acusado, quien se había negado a emitir palabras durante la primera jornada del proceso. A raíz de ello, Yáñez negó haber mantenido una relación sentimental con la víctima. Además, manifestó solo eran amigos y, también, indicó que ese día ingresaron al cementerio en estado de ebriedad.
Posteriormente, el condenado aseguró que Sarapura había resultado quemada accidentalmente. Según su versión, la joven estaba tratando de incinerar uno muñecos que había extraído de la zona de nichos. Por ese motivo, contó que la víctima presuntamente le había reclamado que rociara las figuras con alcohol. Incluso, afirmó que sus manos también se prendieron fuego a raíz de ello. Por último, negó las acusaciones por violencia de género y amenazas.
