SALTA (Redacción) – Durante el pasado fin de semana larga ocurrió otro estremecedor episodio de violencia de género en Orán. Por entonces, una vecina le salvó a una mujer golpeada. En esa ocasión, la expareja de la víctima comenzó a atacarla verbal y físicamente en plena calle, incluso al punto de agredirla mientras estaba en el piso. A pesar de que el delincuente huyó del lugar en su motocicleta, consiguieron arrestarlo. Actualmente, se encuentra detenido e imputado.
Esta violenta situación aconteció el pasado domingo domingo 16 por la tarde. Alrededor de las 18, el sujeto de 28 años se presentó en la vivienda donde residen su expareja para llevarse a uno de sus hijos. No obstante, ambos iniciaron una discusión, que derivó en agresiones físicas y verbales por parte del hombre. Concretamente, la damnificada comentó que la agarró del cuelo, le golpeó en su cara y en los brazos y, finalmente, la tiró al suelo para propinarle patadas.
Justo en ese momento irrumpió en escena una vecina, quien impidió que el malviviente continuará atacando a la mujer. Rápidamente, el individuo partió en su moto, aunque horas más tarde lograron arrestarlo. En su testimonio, la víctima reveló que no es la primera ocasión en la que había padecido esta clase de hechos. Por su parte, la fiscal penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de Orán, María Soledad Filtrín Cuezzo, lo acusó como autor del delito de lesiones leves agravadas por haber existido relación de pareja y violencia de género.
Violencia de género
Lamentablemente es no fue la única denuncia en la que materia que se radicó durante las últimas jornadas en Orán. Un hombre de 40 años le produjo dos heridas de arma blanca a su pareja. Además, reportaron que el sujeto estaba en estado de ebriedad y, también, que ya poseía antecedentes de violencia de género. Según consta en la causa, el agresor volvió ebrio a su vivienda e intentó despertar a la mujer para que lo acompañara a seguir consumiendo bebidas alcohólicas.
Ante este pedido, la denunciante contó que se negó y volvió a dormirse. No obstante, mencionó que poco después se despertó porque había sentido un «pinchazo». De esta manera, comprobó que el malviviente le había causado dos cortes con un arma blanca. Inmediatamente comenzó a llamar a su tío, quien reside en el mismo lugar con su pareja. En ese lapso, el atacante logró huir de la residencia portando el objeto punzo cortante. Finalmente, los policías lo detuvieron y, luego, quedó imputado como autor del delito de lesiones leves agravadas por existir relación de pareja y violencia de género.