SALTA (Redacción) – Este martes 29 de junio se llevó adelante la tercera jornada del juicio contra el sacerdote Agustín Rosa Torino, quien está acusado de abusar sexualmente de dos novicios y una monja. Cabe mencionar que este martes se escuchó la declaración de Sandra Latorre, psicóloga del Poder Judicial, y Gabriela Moyano, psiquiatra. Ambas peritos realizaron los informes psicológico y psiquiátrico del acusado y fueron contundentes.
Además, se escuchó la declaración de una testigo que había sido ofrecida tanto por la defensa de Rosa Torino como por el Ministerio Público Fiscal. «Evidenció la existencia de una falta de conexión entre una personalidad y la otra», señalaron las expertas ante los jueces. En tanto, una vez finalizada la ronda de testigos, la audienca pasó a un cuarto intermedio para el miércoles. El juicio está a cargo de los jueces de la Sala IV: Maximiliano Troyano (presidente), Norma Beatriz Vera y Roberto Faustino Lezcano (vocales).
«Una falta de conexión con lo humano»
De esta manera, en primer lugar declaró la psicóloga mencionada del Poder Judicial, quien fue responsable de evaluar al acusado. Sostuvo que el imputado presentó una actitud defensiva en un primer momento del proceso pericial y destacó una disociación como característica principal. Luego describió que el cura tiende a generar «vínculos asimétricos» y que vivió un «hecho traumático» en su adolescencia.
Como bien señalan desde el Ministerio Público Fiscal, la profesional también destacó que el sacerdote cuenta con una capacidad intelectual superior. Y que presenta un doble discurso, totalmente distinto uno del otro. «Al tiempo que evidenció la existencia de una falta de conexión entre una personalidad y la otra», advirtieron. Por esta razón, la especialista afirmó que Agustín Rosa Torino tiene una «falta de conexión con lo humano y sus necesidades».
De esta forma concluyó que posee «características psicopáticas, con un perfil servil y también de dominancia». Por otra parte, declaró la psiquiatra, también del Poder Judicial. Se trata de quien entrevistó al sacerdote acusado en dos oportunidades. Sostuvo que no se sintió culpable por las acusaciones y concluyó que tiene una personalidad con «rasgos psicopáticos e histriónicos».
«También afirmó que en base a su personalidad, el imputado capta, seduce y manipula. Hizo hincapié en que la psicopatía es un trastorno de la personalidad y que no se trata de una enfermedad», agregó el reporte sobre el caso. En tanto, mencionaron que en la congregación, pedían a las víctimas “perdonar a sus hermanos por las debilidades”.