SALTA (Redacción) – Un menor de edad debió ser internado de urgencia en la clínica IMAC el pasado fin de semana luego de recibir una golpiza. Los denunciados por el hecho ocurrido en Campo Quijano fueron cuatro rugbiers del Jockey Club que niegan rotundamente haber golpeado al joven que permanece internado.
De acuerdo a la denuncia realizada por el padre del joven golpeado, su hijo asistió a una fiesta en Campo Quijano, más precisamente en finca Camara. Cuando el menor dialogoba con una chica, según el relato de los testigos, los rugbiers se acercaron y empezaron a gastarle bromas. Hasta que uno de ellos le dio un cabezazo que tumbó al joven contra el suelo, donde continuaron con la golpiza.
Un familiar de la víctima que presenció la golpiza de los rugbiers dio aviso a la familia del joven que de inmediato lo trasladó hasta la clínica IMAC. «Esos chicos son máquinas de matar. El presidente de la Unión de Rugby de Salta ya debería haber tomado medidas y haber desafectado a estos jugadores, pero como está su hijo involucrado no lo hace. No pueden jugar nunca más», dijo el padre del joven golpeado.
Los agresores negaron lo sucedido
Los cuatro rugbiers denunciados por el menor, figuran en la causa por “lesiones leves” que lleva adelante el fiscal Gabriel Portal. Se trata de Juan Cruz Aranda, jugador del Jockey Club y de Los Pumitas; Tomás Russo, Tomás Colque y Carlos Martearena, hijo del presidente de la Unión de Rugby de Salta.
Justamente, el presidente de la Unión de Rugby negó lo sucedido y aseguró que su hijo fue agredido por el denunciante. “Hay una versión tergiversada y alejada de la realidad. En el marco de ese intercambio de palabras, Carlos sufrió, de manera repentina, un golpe de puño en su rostro que le provocó la fractura del tabique nasal, con abundante pérdida de sangre, circunstancia que determinó la necesaria y urgente atención médica. Carlos fue víctima”, señaló Carlos Martearena.