SALTA (Redacción) – Hoy se llevó a cabo una jornada de múltiples declaraciones contra quien fue Gustavo Zanchetta, exobispo salteño. Uno de los testimonios más complicados para el cura fue la de un seminarista que reveló detalles de los momentos compartidos, de perversión y hablando groserías. Sin embargo, también hubo un obispo que salió a defenderlo y desligarlo de todas sus acusaciones. Todo esto en el marco del juicio en el Ministerio Público Fiscal.
El joven seminarista será identificado como N.A. quien en su declaración aseguró haber visto al sacerdote Gustavo Zanchetta merodeando en su habitación. «Un día entredormido, no sé qué hora era, vi al obispo caminar dentro de la pieza, sentarse a los pies de la cama de un compañero con una linterna», relató uno de los testigos. A esto agregó que «veíamos la tele y hablábamos groseramente, veíamos mujeres y decíamos lo que le haríamos», declaró arrepentido.
Se le preguntó por el silencio de los diferentes testigos y explicó que «en la iglesia se habla de la obediencia, y él era el obispo». Recordemos que Gustavo Zanchetta está siendo juzgado por el delito de abuso sexual simple sobre dos exseminaristas y en la jornada de este jueves se llevó a cabo la cuarta jornada del juicio en Orán.
Hubo otros testimonios más que se sumaron a declarar. Ambos negaron haber sido testigos directos, pero aseguran haber sido victima de los maltratos del arzobispo. «Una vez que volvió de Roma le regaló un alba a K. y a mi y mi compañero nos dijo que nos daba esas crucecitas porque eso era lo que valíamos», contó uno mientras recordaba terroríficamente la situación.
Por último, uno sólo cura salió en su defensa mientras que el resto siguió por el camino de acusar al arzobispo. «Me trató de ladrón, se creía Dios, era soberbio», expresó Victor Ranieri, un antiguo aliado de Zanchetta. «La ventana de mi oficina daba al seminario. Cuando el padre Martín salía (rector del seminario), Zanchetta entraba», relató otra de las victimas y concluyó diciendo que además «compraba champagne».