SALTA (Redacción) – Los casos de estafas virtuales en Salta van in crescendo y genera cada vez mayor preocupación. La verdad que se trata de un mecanismo que genera grandes complicaciones para poder seguirlo de cerca a cada momento. Desde el Ministerio Público Fiscal pudieron develar que muchas de estas maniobras se realizan con cuentas prestadas.
Sofía Cornejo, encargada del área de estafas y cibernético del Ministerio, habló sobre el caso. «Hay miles de modalidades», reconoció en primer lugar e insistió en que «hay que desconfiar de todo». Este tipo de estafas van en incremento por el auge de la economía informática y billeteras virtuales. Por eso se creó la Unidad de Ciberdelincuencia en Salta especializada en esta temática.
Uno de los casos que se siguió de cerca en los últimos días es el de una empleada de la Cárcel Federal de Güemes. La pobre víctima fue estafada y le vaciaron su cuenta pero además se le sacó un préstamos sin su consentimiento por el cual se le descuenta gran parte de su sueldo. La Unidad de Ciberdelincuencia contra estafas permitió que rápidamente se actuara y se le ordenó al banco que deje de hacerle los descuentos.
No sólo eso sino que también se detuvo a una mujer de 19 años y otro hombre de 29 fueron detenidos al realizarse los allanamientos correspondientes. Además se le sumó un tercer detenido en Orán, todos ellos están involucrados y sospechados de realizar diferentes tipos de estafas. De todos modos, no son el final del eslabón sino que se tratan de grupos delictivos.
La fiscal explicó como se da el mecanismo
A su vez, «en casos de Salta no tengo a nadie, sí mulas en el medio. Los allanamientos que hicimos son de personas que prestaron sus cuentas, les imputo el delito pero no tengo persona final salteña», explicó Cornejo al respecto. «Hay un montón de páginas de Facebook o Telegram que ofrecen comprar cuentas. O también te pagan por datos, por ejemplo una persona pagaba por fotos del DNI, y con eso crean cuentas», detalló.
Finalmente, aclaró que en gran parte los que se benefician de este sistema corrupto son personas que están en las cárceles. Lo hacen «en connivencia con familiares que los van a visitar». La mayoría de los casos de estafas se vinculan a presos de Córdoba, Buenos Aires y Mendoza. En lo que respecta a la condena se le da una pena superbaja y si están en la cárcel se les suma a los años de prisión previamente asignados.