SALTA (Redacción) – Las PASO nacionales se llevarán adelante el 11 de agosto y Consenso Federal, la fuerza que espera posicionarse como una opción firme hacia los electores, emitió una Carta Abierta a los Argentinos, en la que hablan de una “campaña para favorecer a la polarización”. Además, en el mismo texto, la fórmula presidencial del espacio compuesta por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey afirma que son “la única fuerza que puede vencer a Cristina y Macri en un balotaje”.
Según consignó el sitio El Intransigente, Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey profundizaron la campaña de Consenso Federal, con un encuentro de dirigentes que se presentarán en los comicios, el cual se llevó adelante en el partido bonaerense de Pilar. Esta tarde, ambos publicaron una Carta Abierta a los Argentinos, en la que acusan una campaña sucia para favorecer a los actores que buscan polarizar las elecciones: Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. Asimismo, en la misiva explican que el 11 de agosto se elegirá si “el país continúa dividido”.
La carta completa
CONSENSO FEDERAL
CARTA ABIERTA DE ROBERTO LAVAGNA Y JUAN MANUEL URTUBEY A LOS ARGENTINOS
Buenos Aires, 22 de julio de 2019
Queridos compatriotas:
Dentro de 20 días, en las PASO, los argentinos deberán tomar una decisión cívica que empezará a definir el destino del país por lo menos para los próximos 20 años: si continuará dividido y en declinación, o si se une, se recupera y crece para que los chicos de hoy puedan disfrutar de la prosperidad.
El 11 de agosto los ciudadanos no elegirán Presidente. Podrán, en cambio, manifestar qué fórmula prefieren que gane en la verdadera elección, que es la de octubre. Las PASO, tal como están, son una encuesta donde el elector puede expresar su ilusión, su sueño, sin el riesgo de que alguien que no desea pueda regresar al poder u otro pueda retenerlo. El elector indica quién le parece el mejor, no quién sería el mal menor.
Si acaso con esta explicación lográramos suficiente claridad y énfasis, los millones de argentinos que no quieren que siga Macri ni que vuelva Cristina, podrán aglutinarse en torno a otra fórmula y fortalecerla con su voto en la PASO para que llegue vigorosa a la elección de octubre. Podrían lograr, así, que su sueño se convierta en realidad.
Mientras, poderes que actúan a espaldas de la población, con capacidad de influencia y conjugados con los fanatismos, pretenden imponer un escenario con solo dos alternativas cristinismo y macrismo – que se retroalimentan con acusaciones, diatribas, injurias, mentiras, fake news y todo lo que caracteriza a una campaña sucia, destinada a crear una atmósfera irrespirable de odio y miedo al otro, lo que llamamos grieta. Ambos, a su vez, en un siniestro maridaje, se las componen para que cualquiera que amenace su coprotagonismo sea silenciado o invisibilizado.
Quienes encarnan esa polarización, gobernaron el país en los últimos 12 años con los resultados desastrosos que muestran los indicadores socioeconómicos. Ahora llevan ocho años con la economía estancada y una secuela catastrófica de recesión, desempleo, pobreza extendida, inflación inusitada y, otra vez, un endeudamiento impagable. No es digno para ningún pueblo con amor propio hacerle una oferta electoral de tan bajo nivel.
En la promoción de esas alternativas nefastas, desnaturalizan el uso de las encuestas para fomentar la polarización mediante el disfraz de cobertura de la noticia y comentario de actualidad política. Estos recursos no tienen el sano objetivo de informar a la sociedad sino de influirla por intereses mezquinos sin medir la magnitud del daño que le hacen.
Si esa campaña prosperara, el principal vector del voto argentino será el odio o el miedo, sentimientos que no inspiran decisiones racionales. “Voto a Macri para que no vuelva Cristina”, dicen unos. “Voto a Cristina para que no siga Macri”, expresan otros. Sin embargo, una y otra alternativa, por distintos motivos y caminos, sumirán a la Argentina en la depresión por muchos años más. Representan el fracaso del pasado y el fracaso del presente. No pueden otra cosa que asegurar el fracaso del futuro.
Nosotros hemos constituido Consenso Federal enfrentando malicias con las que pretendieron desde el principio desvirtuar la coherencia de nuestra firme actitud de permanecer en el Centro de la escena política, lejos de los fanatismos. Destacaron también como virtuosa la fuga hacia los extremos de quienes le habían dicho a la sociedad que los enfrentarían. Son los que criticaban a esos extremos y hoy los integran y adulan. ¿Cómo creerles?.
Nuestra misión es desafiar, combatir y si es posible derrotar a la perniciosa polarización con las armas legítimas y democráticas del voto; candidatos que expresamos experiencia, eficiencia, federalismo, proyección de futuro y honestidad; un mensaje de paz y unión, y un proyecto de gestión basado en el espíritu de la producción, el trabajo, la justicia social y sobre todo en la prosperidad de nuestro pueblo.
Nuestro compromiso coincide con el deseo de la mayor parte de los ciudadanos: actuar para cerrar este largo período de desencuentro entre los argentinos y de políticas que provocaron el enorme deterioro económico y social comentado, así como el constante retroceso del país en el concierto de las naciones.
Hemos consolidado para ello un proyecto, una fuerza nacional y una fórmula con tal predicamento ante la sociedad que se ha constituido en la única alternativa capaz de derrotar tanto al kirchnerismo como al macrismo en una elección mano a mano, lo que explica, pero no justifica, la maliciosa campaña apuntada a silenciarnos e invisibilizarnos.
El Gobierno de Consenso Federal hará del diálogo una herramienta de gestión. Creará un Consejo Económico y Social que contribuirá a lograr la recuperación de la economía y la vida en sociedad, con políticas humanistas apuntadas al desarrollo y a consolidar un estado justo y próspero, en un marco republicano, para alcanzar los equilibrios macroeconómicos fundamentales para un crecimiento sostenido.
Consideramos al hombre y la familia principales sujetos de interés de la comunidad. Así al empresario/emprendedor -que busca el beneficio y destina una parte a la reinversión-, como al trabajador, en su anhelo por lograr una vida más próspera. Por ende, brindaremos las mayores posibilidades a la inversión productiva generadora de utilidad y empleo, en el marco de un país que demanda mayor desarrollo social.
Lograremos una reactivación consistente movilizando los cuantiosos recursos económicos que por desconfianza los argentinos mantienen sustraídos del sistema productivo; los recursos humanos -7 millones de personas- que no tienen trabajo o tienen ocupación de bajo estándar, y los recursos que todos conocemos: hidrocarburos, minerales y agroindustriales. Induciremos para ello la armonización del cuadro de precios relativos, que está absolutamente distorsionado. Estimularemos el consumo interno y contribuiremos al desarrollo de mercados externos.
Los incentivos incluirán la recuperación del poder de compra del salario, la reducción de la carga impositiva a personas físicas y jurídicas, especialmente a las PyMEs, y facilitaremos actualizaciones que beneficien la competitividad del aparato productivo dentro del marco de los objetivos de equilibrio fiscal. También se fortalecerá la seguridad jurídica que se corresponda con los derechos de propiedad, contratos y convenios internacionales suscritos por Argentina.
Nuestro gobierno mantendrá con el Poder Judicial una relación institucional ajustada a los términos de la Constitución Nacional, se comprometerá a que el proceder de sus funcionarios sea transparente y designará a opositores probos en los organismos de control para su fiscalización.
Asimismo, nuestras prioridades incluirán la reconversión paulatina de los “planes” en instrumentos de capacitación e inserción laboral; un vasto programa para la niñez con base en la estimulación temprana y la alimentación nutricional adecuada; educación renacionalizada y unificada, con participación del Consejo Federal de Educación; impulso a la ciencia y las nuevas tecnologías y a los desarrollos de jóvenes emprendedores, para quienes se abrirá un espacio institucional más amplio en el sector público.
Estas y tantas otras iniciativas, compatibles con un ambicioso programa de obras de infraestructura, solo será posible llevarlas a cabo si la mayoría de ciudadanos que ya no quieren que los gobierne ni Macri ni Cristina, que no quieren la polarización ni la grieta ni las peleas, nos da su voto de confianza, empezando por la PASO, como expresión de una ilusión de crecimiento en paz y de vivir inspirados por la vocación de la unidad, el diálogo y la superación.
Deseando que su decisión sea iluminada por Dios y nuestros próceres, y resulte beneficiosa para la Patria, los abrazan con afecto nacional.