SALTA (Redacción) – El Intendente Gustavo Sáenz realizó anoche una cena para juntar fondos para su campaña electoral. Ante decenas de políticos y empresarios de la Provincia de Salta, el precandidato a Gobernador de la Provincia enfatizó en que este representa «un ejemplo» a nivel nacional porque han trabajador por «romper las grietas«. En ese sentido, el funcionario capitalino también aseguró que dejará su cargo en diciembre «cumpliendo con todo lo que nos hemos comprometido».
SALTA4400 te presenta el discurso completo que brindó Sáenz:
Muchas gracias de corazón a todos los que están participando de esta cena, y a muchos que quisieron estar y no pudieron porque realmente superamos las expectativas. Tuvimos que poner mesas afuera, había gente que quería venir a último momento y no había lugar. A aquellos que no pudieron venir, también agradecidos por la intención de querer colaborar y ayudarnos.
Realmente emociona ver tanta gente, cariño y afecto real que es muy difícil encontrar en estos tiempos para nosotros, los dirigentes políticos. Pero eso habla que vamos por el buen camino, que estamos cumpliendo con la gente, y que la gente nos quiere acompañar.
Soy un agradecido a Dios, por sobre todas las cosas, de permitirme después de muchos años de trabajo, de sacrificio, de deberles solo a la gente el lugar en donde estoy. Haber llegado a esta instancia, independientemente de lo que pase, después de haberlas pasado todas en lo personal y político, y haberme levantado las veces que eran necesarias para poder estar con fuerzas, para encarar quizás el desafío más importante de mi vida política. Digo desafío porque entiendo que gobernar esta provincia no es un cargo, es una gran responsabilidad. Gobernar esta provincia es forjar el futuro de sus hijos y nuestros nietos, es tratar de dignificar a tanta gente que viene esperando hace muchos años, y veo en sus ojos desesperanza, desilusión cuando recorro la Provincia.
Y digo que es una gran responsabilidad porque la siento. Sé que voy a cargar en mis espaldas porque siempre que he asumido alguna responsabilidad, he ido hacia adelante con compromiso, fuerza, y tratamos de cumplir siempre con la palabra. La palabra, algo que en política ya no se escucha ni se entiende. Siempre hay que firmar papeles para que te crean, y nosotros cumplimos con los salteños, y vamos a seguir cumpliendo.
Cuando voy saludando mesa por mesa y veo tanta gente linda, algunos que me conocen desde hace mucho años, otros desde hace poco y otros que no me conocen personalmente, pero sí mi tarea y mi labor desde muy chico, en el Concejo Deliberante. Por ahí veo amigos de esa época que hoy también nos acompañan.
Veo las mesas, las caras y la dirigencia política y digo ‘Logramos hacer lo que nadie pudo hacer en el país: superar esa grieta‘. Esa lógica del amigo y enemigo que tanto divide, lastima y nos separa a los argentinos. Hoy somos el ejemplo y tenemos que mostrarlo a nivel nacional, de que para salir adelante se necesita estar todos juntos: peronistas, radicales, no importa del partido o de la ideología de la que vengan. Sí importa hacia dónde vamos, y por eso digo que me alegra mucho que hayamos entendido que había que buscar esos puentes que nos encuentren abrazados al final del camino peleando por Salta, por sobre todas las cosas. ¿De que nos sirven delegados nacionales en el gobierno, o senadores y diputados nacionales que levantan las manos por los gobiernos de turno?. No nos han servido, no nos van a servir y no nos servirán nunca porque no defienden los intereses de los salteños.
Nosotros hemos tomado la decisión de formar un gran fuerte, donde hemos invitado a toda la dirigencia política y a todos aquellos que quieran participar de esta gran frente, plural, con identidad salteña; un frente amplio donde nos une el amor que tenemos por Salta y los salteños, y hemos tomado la decisión de trabajar todos juntos y demostrarle a todos que se puede.
Cuando vimos que en otros partidos querían proscribir a dirigentes políticos para que no participen, les abrimos nuestras puertas, corazones, y los invitamos a participar si querían ser candidatos a gobernadores, intendentes, a lo que quisieran; porque en definitiva la Constitución establece que todo el mundo tiene derecho a ser elegido y a elegir.
Y se acabó la política del dedo, de determinar quiénes son los candidatos. Nosotros gracias a Dios hoy podemos decir que tenemos todos los partidos que confluyen en este frente, de distintos lugares, con distintas ideologías. Pero, ¿a ustedes les parece que podemos discutir ideologías (a mí no), doctrinas, cuando el país todavía no se puso de pie, y la provincia tampoco; cuando los chicos se mueren de hambre; hay jóvenes que no tienen qué estudiar; cuando no hay trabajo; cuando hay desesperanza; y cuando los hospitales públicos no atienden como corresponde? ¿No habría que solucionar eso y después empezar a discutir si sos de derecha, izquierda, centro-izquierda, centro-derecha? ¿No habría que devolverle la dignidad a la gente que no solo tenga un trabajo, sino para que le alcance a fin de mes? Hagamos esto una vez que terminemos de resolver de una vez por todas las necesidades básicas que tiene un pueblo para seguir adelante, que no son muchas pero son importantes. ¿Cómo puede haber un país sin salud? Sin salud no hay educación; sin educación no hay capacitación; sin capacitación no hay trabajo; sin trabajo no hay progreso; y sin industrias que apuesten, trabajen, a las que les demos seguridad jurídica y previsibilidad, tampoco nadie se anima a invertir. Necesitamos de todo eso para que logremos tener algo tan sencillo que se llama dignidad. Y para lograr tener dignidad tenemos que trabajar todos juntos.
Después nos sentaremos en esa gran mesa de sucesión a ver cómo seguimos para adelante, si nos conviene ir por la izquierda o por la derecha, qué es lo mejor que podemos hacer para este país.
Pero este país no se puso de pie. Desde que empezó la democracia hasta el día de hoy nos vivimos peleado los políticos entre nosotros para ver quién llega primero a un cargo, y cuando llega para ver cómo hacemos para voltearlo y que le vaya mal; y nos va mal a todos los salteños y argentinos, a todos, porque en definitiva nos seguimos peleando con los políticos por un cargo. Eso es lo que se debe terminar en la política, en la dirigencia política. Esa mezquindad y egoísmo, la vanidad de creer que somos los mejores.
Hay dos características que deben ser fundamentales en aquel que gobierna una provincia o que tiene una responsabilidad pública. Una es la humildad de asumir que somos seres humanos y nos equivocamos todos los días, y que debemos corregir muchas veces el rumbo. No es debilidad, es grande. Y otra gran característica es algo que no la tienen muchos y se llama sensibilidad, para sentir que nos duele lo que le pasa al otro cuando está sufriendo.
Si hoy me preguntan, ¿va a ser difícil gobernar esta provincia? Les digo que sí. Va a ser difícil, pero mucho más difícil va a ser gobernar este país y esta provincia si no dejamos de lado los rencores y odios; si no terminamos con esta lógica de amigo-enemigo; y si no nos ponemos a trabajar todos juntos.
Yo tome la decisión de ser candidato a Gobernador de la Provincia. Podría haberme quedado tranquilo siendo candidato a Intendente. Con lo que hicimos, humildemente creo que nos hubiese ido muy bien. Pero no, yo tome la decisión y, como siempre en mi vida, busco la mas difícil. Me gustan los desafíos. Siempre hay olas de un lado y del otro que vienen y van complicando la elección, pero aprendimos a sortearlas, enfrentarlas, pelearlas, a darnos cuenta de que mucho más importante que las olas es el corazón de los salteños; cuando uno entra en ellos, es más difícil que una olla te pase por arriba.
Yo quiero agradecerles nuevamente la posibilidad que me dan a todos mis amigos que están aquí hoy, y a los que no pudieron venir, de acompañarme y ayudarme, porque todos sabemos que una campaña cuesta bastante, y más una campaña para gobernador. Cada granito de arena y cada poquito de esa posibilidad que tenemos de poder llegar a gobernar la provincia, ustedes van a ser parte, todos los que están aquí, por haberme permitido poder llegar a cada rincón de la provincia.
También van a ser parte porque entiendo que quieren algo distinto después de muchos años de gestión. Quieren que hagamos las cosas de otra manera porque si seguimos haciendo lo mismo, las cosas no van a cambiar. Y para hacer una Salta distinta, una nueva, para que la gente merezca sentirse orgulloso de vivir en ella, tenemos que trabajar de otra manera, y es por eso que se han juntado todos: los de la vieja política; los que no se quieren ir nunca; y aquellos a los que les vengo diciendo desde el año 2011, cuando presenté un proyecto de Reforma Constitucional y les dije ‘ocho años es suficiente’ para el que gobierna en la Municipalidad y en la Provincia. Pero eso es para dar un salto en la calidad institucional en lo democrático, porque en todos los países del mundo la alternancia en la democracia es fundamental, porque te permite oxigenar, que participe otra gente.
En los pueblos chicos es muy difícil pelearle al intendente que está hace 30 años, porque maneja la estructura, el aparato, el clientelismo y el asistencialismo. El médico del pueblo, el comerciante, el maestro que quieren presentarse y hacer algo por su pueblo no se animan porque saben que van a perder contra todo eso. Por eso hay que establecer las normas de una vez por todas.
Y la historia te lo cuenta: los terceros mandatos son imposibles. Me acuerdo de mi querido amigo, que en paz descanse, el ‘Gallego’ De la Sota me decía que era un hombre que estaba un período y se iba. El problema que no entienden con los tres períodos es que cuando uno empieza a gobernar en el primero, intenta elegir a los mejores para que lo acompañen; en el segundo elige o le quedan los leales que te siguen acompañando; y en el tercero nadie te acepta nada y te quedan los cómplices, lo que han estado con vos hace doce años, no se pueden ir, y si te dejan se complica la cosa. Entonces, ocho años es suficiente para el que gobierna y los gobernados. ¿Saben por qué? Porque el que gobierna se cansa y los gobernados también, pero se acostumbran, y es el grave problema. Estando en Pichanal, Embarcación, en distintos lugares de la Provincia, la gente se acostumbra a treinta años de no tener cloacas, agua, luz; ya creen que es normal. Es porque el intendente está hace treinta años y no puso cloacas, ni agua, ni luz. No dignificó a la gente. No hay trabajo, hay planes sociales. No importa, sigamos todo igual, y las cosas no avanzan. Por eso es mejor que lo hagamos.
Ahora se juntaron todos ellos, que se quieren quedar treinta años más. Todos tienen una vida bastante larga gobernado en distintos lugares. Se juntó la vieja política, aquellos que entienden que hay que estar para siempre en el poder, en las intendencias; y nosotros entendemos otra cosa. Por eso les dimos participación a todos los que querían participar, y del otro lado están los mismos de siempre. La vieja política y la que se viene. La gente tiene que decidir entre una cosa y la otra.
Otros candidatos que se han presentado tienen la posibilidad de, si no ganan la elección, terminar siendo diputados o senadores nacionales; y si les va bien, gobernadores. Y también si les va bien en la elección del 21, también serían reina (eso no era).
No entiendo la política de esa manera. Siempre jugué a ganar o perder ganar o aprender. Siempre fueron cargos y no tenía esa red de contención: ‘Perdés, pero no importa, sos senador seis años’. La gente tiene que cansarse de una vez por todas de estas cosas porque evidentemente les da lo mismo gobernar, legislar, o hacer lo que sea, pero tener un cargo y es lo importante.
Yo tomé la decisión y tengo dos alternativas, y las dos son buenas. Una, si Dios y la gente nos acompañan, ser el Gobernador de la Provincia y forjar el futuro de nuestros hijos; o volverme a a mi casa, que también es lindo e importante donde tendré la responsabilidad de seguir forjando el futuro de mis hijos y de mis nietos, que espero que vengan de aquí a mucho tiempo. Pero es una cosa u otra: soy Gobernador o me vuelvo a mi casa. No queda otra, no hay red de contención, no busco un cargo. Tengo la firme convicción de querer ser, y de que creo poder ser el mejor Gobernador de la Provincia de los que tenemos actualmente.
Para eso vamos a trabajar todos juntos. Quiero agradecerles en este mes del Milagro, un mes tan sentido y querido por todos los salteños. Agradecerles su presencia hoy, un día tan especial para mí y para todos nosotros, y pedirles que me acompañen, que me ayuden, diciéndole a sus amigos y familias que aquí hay un hombre que quiere hacer algo distinto por Salta. Que me den es la posibilidad. Lo he demostrado en la capital, en los peores momentos de la economía del país.
Nos estamos yendo después cuatro años cumpliendo con todo lo que nos hemos comprometido, cosa que no es normal. Nosotros donde pusimos un cartel y dijimos que íbamos a hacer una obra, la estamos inaugurando. Si ustedes recorren la Provincia van a ver carteles por todos lados, llenos de obras y la obra nunca empezó. Lo mismo pasó en el país y en distintos lugares. Si hay algo que nos diferencia es que trabajamos, nos comprometemos y cumplimos. Y si hay algo que nos diferencia con los otros candidatos es que nosotros tenemos algo que ellos no tienen: capacidad de gestión demostrada, que es fundamental en el que gobierna; y capacidad de gestionar cuando uno no tiene recursos. Ir a buscarlos, tocar puertas, o patearlas si es necesario, para conseguir lo que los salteños necesitan para dignificar el día a día su vida. En eso van a tener un salteño que va a pelear por ustedes con alma y vida para conseguir lo que los necesitan.
Eso nos diferencia. Tenemos carta de presentación cada uno de los candidatos. La suerte está echada. Los candidatos están atrás de cada uno de nosotros. Hay una historia. Cada uno de nosotros tuvimos la posibilidad de mostrarle a la gente qué hicimos, dónde estuvimos, y si cumplimos o no, porque uno es lo que hace y no lo que dice. Creo que ahí nosotros tenemos una gran carta de presentación para mostrarle a los salteños de lo que hicimos y podemos hacer por Salta.
Que el Señor y la Virgen del Milagro bendiga a todos y cada uno de ustedes, de sus hogares. Gracias de todo corazón por acompañarme en un día tan especial. Los quiero mucho. Sinceramente estoy aquí gracias al amor de ustedes porque si hubiese sido por los poderosos y el establishment nunca hubiese llegado. Yo estoy aquí gracias a Salta y al corazón de los salteños.
Muchas gracias.
