SALTA (Redacción) – El titular de la Secretaría de Ingresos Públicos de la Provincia, Diego Dorigato, rechazó que el déficit fiscal de Salta sea de 14 mil millones de pesos. «No existe», exclamó. De esta manera, desmintió la información que días atrás había pronunciado el responsable de la Coordinación General de la Gobernación, Pablo Outes. Incluso, el dirigente expresó su indignación por la difusión de esta cifra. «No sé de dónde sacan ese número», aseveró.
Con el objetivo de explicar los dichos del otro miembro del Ejecutivo provincial, Dorigato expuso que ese cálculo había sido incluido dentro de un borrador en la previa a la asunción del nuevo gobierno. A causa de ello, remarcó que no se trata del estado real de las finanzas de Salta, ya que posteriormente pudieron conocer cuáles eran verdaderas cifras. En declaraciones a FM 91.1, aseguró que «la Provincia está equilibrada«. «Si se mantenían las condiciones del 2019 al 2020 se podría haber llegado a esas cifras”, remarcó.
Empleados provinciales
En tanto, indicó que el propósito del borrador había sido demostrar el peso que poseía el gasto público durante la anterior administración de la Provincia. A su vez, indicó que en ese momento intentaron describir la manera en la que se incrementaba la inflación, al tiempo que también caían los ingresos y la recaudación. Justamente, esta situación había sido uno de los puntos que Outes había manifestado días atrás, cuando expuso algunas estrategias para solucionar esta problemática.
Por entonces, había calificado como «muy elevado» el volumen de efectivo que se dirige todos los meses para pagar los haberes de los trabajadores. Incluso, el coordinador provincial recalcó esta partido representa aproximadamente «el 70% del presupuesto» de Salta. A fin de comenzar a modificar esta situación, sostuvo que el Gobierno de la Provincia se verá obligado «a ir reasignando partidas, a los fines de tener un presupuesto con distintos matices».
A causa de estos cambios, Outes destacó que la gestión del Gobernador Gustavo Sáenz deberá emprender este proceso para «ir acercándonos a valores más normales». Igualmente, indicó que la consumación de esta política no derivará necesariamente en la concreción de «despidos masivos». En este sentido, aseguró que no poseen la intención de «trasladar a la gente a la calle». Pese a ello, sentenció: «Hay que poner un freno porque la política no puede seguir incorporando personal al Estado».