SALTA (Redacción)- Después de varias semanas el gobernador Gustavo Sáenz y la intendenta Bettina Romero volvieron a mostrarse juntos, coordinando y supervisando los operativos de seguridad y sanidad en el centro salteño, durante uno de los días de pago a jubilados, pensionados y beneficiarios de la AUH. Además el motivo del encuentro parece ser la instalación de una cámara de desinfección para combatir el coronavirus.
Los funcionarios compartieron la puesta en marcha de una innovadora cámara portátil de desinfección, que será utilizada para minimizar los riesgos de contagio entre los vecinos que lleguen a hacer trámites al centro.
Tras algunos desencuentros, se trató de un gesto de unidad por parte de los dos dirigentes más importantes de la provincia frente a la crisis que mantiene paralizado al país y a la provincia.
Con una oposición completamente desintegrada, las internas de la política doméstica se habían concentrado en las dos figuras que curiosamente llegaron a sus lugares de máximo poder haciendo campaña juntos y en un mismo frente.
Con el kirchnerismo sin capacidad de reacción a nivel provincial ni municipal, la disputa por el liderazgo político en Salta llevó al mandatario provincial y a la jefa comunal a pasar de ser aliados a casi adversarios.
Si bien el conflicto entre ambos ejecutivos nunca escaló demasiado y los principales involucrados siempre intentaron bajar el tono a la interna, los funcionarios de primera y segunda línea se encargaron de que los cuestionamientos de un sector a otro no pasen desapercibidos.
En el ámbito municipal, algunos concejales que responden a Sáenz se convirtieron en férreos opositores a la gestión de Romero. Lo mismo ocurre con algunos dirigentes vinculados a la intendenta, que en la Cámara de Diputados cuestionaron varias iniciativas enviadas por el Ejecutivo provincial.
Las últimas chicanas
Desde que se desató el brote del Covid 19 en Salta y la consecuente cuarentena, en el equipo de la intendenta Bettina Romero se quejaban a viva voz de que en el Gobierno provincial “se cortaban solos” para encarar la crisis y la pandemia.
En sentido contrario, desde el entorno del gobernador Gustavo Sáenz la críticas deslizaban lo opuesto: “La Municipalidad no aparece para colaborar”. Incluso ironizaban: “Bettina está en cuarentena?”.