SALTA (Redacción) – El cierre de fronteras y el cupo limitado para el ingreso al país generó un fuerte malestar en el sector político y social argentino. Esta polémica aumentó el día de hoy, luego de que trascendiera la información de que el exministro de Salud, Ginés González García, volvió al país sin cumplir con las normativas dispuestas. El diputado Martín Grande habló sobre este hecho y arremetió contra el Gobierno, a quien calificó de «delincuentes»
El día de hoy, el exministro fue increpado por cientos de personas tras descender de un avión en el aeropuerto de Ezeiza. Cabe recordar que el profesional de la salud se encontraba de vacaciones en el exterior desde hace algunas semanas. Su regreso se dio en medio de un malestar general causado por el cierre de fronteras y demás restricciones implementadas por el Gobierno por la pandemia.
Es que son miles de argentinos que se encuentran varados en el exterior sin la posibilidad de regresar a sus hogares. A esto hizo referencia el diputado salteño, Martín Grande, quien criticó el regreso del ex funcionario por redes sociales. «Ginés González García volviendo de Europa sin restricciones, aduana ni migraciones, son un Gobierno de delincuentes sin dudas», aseveró. Y además, agregó: «Ha me olvidaba, salió de Ezeiza con 4 custodios privados».
El arribo del profesional de la salud causó un fuerte desprecio entre algunos pasajeros que viajaron con él, quienes cuestionaron su situación. Muchos de ellos recordaron los problemas relacionados con el vacunatorio VIP; otros recriminaron el hecho de que él pueda volver al país sin ningún tipo de complicaciones, mientras que hay miles de argentinos que no consiguen cupos para regresar.
Juan Carlos Romero y su crítica hacia el Gobierno
Martín Grande no fue el único funcionario salteño que arremetió contra el Gobierno por el cierre de Fronteras. Anteriormente, Juan Carlos Romero, quien se encuentra varado en el exterior, apuntó contra Alberto Fernández y su gabinete por estas restricciones. «El bloqueo del regreso al país de miles de argentinos vacunados, más que una preocupación sanitaria, evidencia rencor y resentimiento», escribió.
