SALTA (Redacción) – En el peor momento de la pandemia han pasado muchos hechos que rozaron lo ridículo y la vergüenza. Hay uno en puntual que sobrevive en la mente de los argentinos como en el de los salteños y se trata el del exdiputado Juan Ameri. Recordemos que en plena sesión de Cámara de Diputados, en una jornada virtual, se lo visualizó teniendo escenas sexuales mínimas con su mujer.
Por este motivo es que ayer la Justicia decidió imputarlo al exdiputado nacional por Salta por el delito de «estorbo del acto funcional«. Después de esto se conoció la opinión oficial de Juan Ameri quien insistió nuevamente en que no fue su intención hacer lo que hizo y que hubo error en la conexión. Lo puntual es que en plena sesión parlamentaria no sólo se distrajo sino que también fue el actor de uno de los más grandes bochornos de los últimos años.
Víctor Sarmiento es el abogado del exdiputado nacional. Con respecto a su defendido, manifestó que «es conocido por la mayoría de la ciudadanía de que no tuvo la intención de entorpecer la sesión de la cámara de Diputados«. Por esta razón, aseguró, es que a Ameri no se le debería estar cayendo tan fuertemente como lo hacen desde que ocurrió la polémica en el Congreso. «Todos saben que hubo un error de conexión«, expresó el letrado.
El único pecado de Ameri
En el mismo contexto, Sarmiento hizo principal hincapié en el error de conexión y aseguró que Ameri fue victima de un pecado. Según el abogado, el exdiputado vive en un departamento de 2×2, donde se ubicaba al mismo tiempo su habitación y su lugar de trabajo. «Si habría tenido una casa mucho más amplia, capaz que nunca llegaba a pasar lo que pasó», agregó el magistrado.
Es decir, que en caso de haber vivido en un lugar mucho más amplio tal vez nunca habría coincidido con su mujer en plena sesión, según los argumentos de Sarmiento. Como si esto no fuera grave, resaltó que Ameri «reconoció su error y renunció. El acto público nunca se llegó a interrumpir porque la sesión continúo», aclaró. Cerró su defensa diciendo que este es un caso insólito. «La Justicia Federal está para perseguir a los narcotraficantes, a los tratantes de personas, ambos delitos realmente graves, es súper llamativa la conducta», sintetizó.