SALTA (Redacción) – Después de arduas negociaciones y acuerdos que permitió la unificación, se llevó a cabo la primera reunión de la CGT Salta y contó con la presencia estelar del gobernador Gustavo Sáenz. En esta ocasión, el mandatario provincial aprovechó el contexto para presentar el documento «Por Más Federalismo y Unidad de los Salteños«. Carlos Rodas aclaró que la central obrera no será furgón de cola de esta terrible crisis económica y social.
Una de las demandas que hicieron los trabajadores al gobernador es mayor integración de la CGT en proyectos y políticas de desarrollo del Gobierno. Fueron aproximadamente 70 gremios los que participaron y Carlos Roda hizo su estreno como secretario general. Su arribo al poder es fruto de un acuerdo entre las diferentes entidades gremiales que buscaron la normalización.
Entre los mecanismos implementados se logró avanzar con la creación de una cuenta bancaria, normalización de los estados contables, pago de deudas previsionales y cargas sociales de los administrativos. A esto se suma, una leve mejora de los inmuebles de la CGT a través de la refacción de la sede y ajustaron el alquiler. Prometen que será una nueva etapa de la central obrera salteña.
Se proponen asumir un nuevo rol y compromiso frente a la sociedad, en general, y hacia los trabajadores, en particular. «Hay un cambio sustancial, hay una CGT que ha transparentado los movimientos«, aseguró Rodas. «Tenemos que transitar un camino, fundamentalmente de trasvasamiento generacional y de la participación de la mujer, con todo lo que significa el trabajo de la mujer, y estamos orgullosos de tener 14 compañeras, cuando antes teníamos 2 compañeras», agregó.
Los reclamos que le hicieron al gobernador
En este mismo contexto, Rodas le entregó al gobernador la propuesta de acuerdo entre el Gobierno de Salta y la CGT. La misma se sustenta en tres pilares: la mejora de las instituciones, el empleo decente y el bienestar social. Fue la primera vez que Sáenz aceptó participar de un plenario gremial y estuvo acompañado por Ricardo Villada.
«La CGT tiene plena conciencia de la situación social que sufre la mayoría de salteños y salteñas. Tenemos una percepción diaria de la pobreza, de las desigualdades, de las necesidades básicas insatisfechas, de las discriminaciones, de las violencias, de las malas condiciones de trabajo, del trabajo no registrado. Lo dicen las estadísticas, pero también nuestro contacto diario, nuestro sentido solidario», adivirtieron.
Y, por último, «se equivocan quienes imaginan una CGT furgón de cola de aventuras que solo apuntan a dejar todo como está. Nuestra responsabilidad es constituirnos como un actor de transformación de las injustas estructuras socioeconómicas que padecemos. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para cambiar el curso de los acontecimientos; para revertir esta larga decadencia; para dialogar con todos los sectores y persuadirles de la necesidad de abandonar el conservadurismo, los temores, las sumisiones y la supremacía del centralismo antifederal», concluyó Rodas.
