SALTA (Redacción) – Después del conflicto que existió entre la Municipalidad de Salta y Aguas del Norte, se volvió a restablecer la amistad y el vínculo entre ellos. El procurador del municipio, Ramiro Angulo, reconoció que mejoró muchísimo la relación pero le dejó una clara advertencia: que dejen de detonar la ciudad cada vez que arreglan algún caño o hacen una obra pública.
A todo esto, Luis María García Salado había manifestado «ahora nos ‘amigamos’ y trabajamos de forma conjunta«. Pero no todo es color de rosa como veremos. Angulo resaltó la importancia de colaborar en conjunto y le marcó la cancha. «Lo que estamos pidiendo es que no sigan detonando la Ciudad. Podemos ser amigos, está todo bien, pero nos interesa que no la sigan detonando», manifestó.
No obstante, más allá de todo esto, las pérdidas continúan en la ciudad. «La empresa tapa con tierra los baches que va dejando de las obras sin terminar. Mi parecer es que podemos ser amigos, podemos trabajar juntos, pero si no resolvemos el problema de los vecinos, desde la Municipalidad vamos a seguir defendiendo a los salteños», advirtió Angulo.
En este sentido, resaltó que «si la relación es buena o mala, es algo personal. Yo tengo una buena relación con todos los funcionarios del Gobierno de la Provincia», aseguró Angulo. «No confundo mi rol de tener que gestionar y hacer los reclamos correspondientes para que se cumplan las obras que necesitan los vecinos de la ciudad«, resaltó el funcionario municipal.
El procurador contó de qué conversaron en la reunión
En la reunión que mantuvieron las autoridades de Aguas con las de la Municipalidad de Salta se llegó a un acuerdo de seguir trabajando en conjunto. «Desde mi ámbito, que es Defensa del Consumidor, los reclamos son cada vez más recurrentes y se fueron multiplicando con el tiempo. La pretensión es que se brinde un servicio de calidad y, en cuanto al municipio, que las calles no estén todas detonadas como están actualmente», expresó Angulo. Finalmente, advirtió que no se tratan de simples baches, «hablamos de que se mueven las placas de hormigón porque abajo corre agua», concluyó.
