SALTA (Redacción) – Los colegios privados de Salta, y de gran parte del país, atraviesan una tormenta perfecta. Por un lado, todavía arrastran consecuencias de lo que fue la pandemia y las complicaciones económicas que por ella se generaron. Mientras que por otro, vive una dramática baja en la cantidad de matrículas ante la salida de chicos de la gestión privada a la estatal.
Esta situación preocupa en el Ministerio de Educación de la Provincia. Es que la llegada de un importante número de alumnos de colegios privados a escuelas estatales perjudicará la ya alicaída educación pública. El propio ministro Matías Cánepa dejó en claro que esta situación de los colegios privados de la provincia mantiene preocupado a su cartera.
El ministro había reconocido que la ayuda para los colegios privados comienza a transformarse en una nececidad. «Hemos hablado de eso, de ver cómo acompañamos al sistema de gestión privada con un presupuesto. Cada año se trabaja ese tema y así en cada uno de los ítems. Fue una reunión muy productiva», remarcó.
«Una gran cantidad de familias salteñas envían a sus hijos a colegios privados y el Estado está sosteniendo el sistema de gestión privada, en los casos que correspondan. Como para poder de esa forma ayudar a esa cantidad de chicos que de otra manera tendrían que dejar esos colegios, lo que obviamente impacta negativamente en las escuelas públicas», manifestó Matías Cánepa.
Más allá de los dichos de Cánepa desde los colegios privados piden una solución urgente. «Los subvencionados solicitan que les actualicen los aportes que ya reciben y nosotros, los no subvencionados, pedimos que nos incorporen al sistema de colegios con aportes. Son dos realidades diferentes», se lamentó el presidente de Aepsa, Pablo Pereyra.