SALTA (Redacción) – Los últimos años han ido incrementando los niveles de violencia a lo largo y ancho del país aunque el epicentro sepa estar en la ciudad de Rosario. Salta como cualquier provincia fronteriza también vive el escarnio de las organizaciones delictivas. Por eso mismo, el senador Juan Carlos Romero presentó un proyecto legislativo para que los reclusos no tengan contacto con las organizaciones criminales afuera de la cárcel.
En el contexto de la Cámara de Senadores de la Nación, el exgobernador salteño presentó un proyecto de ley donde pide un régimen especial de detención para aislar a los reclusos detenidos en el Sistema Penitenciario argentino. El trasfondo de esta iniciativa de Romero es evitar el contacto de los presos con sus organizaciones delictivas y criminales. Uno de los delitos más graves en ese sentido es el que refiere al narcotráfico.
«La situación que se vive hace años en la ciudad de Rosario pone de manifiesto una problemática que se extiende a lo largo de todo el país y que expone el quebrantamiento del bien común. A pesar de que los líderes de diferentes organizaciones se encuentran tras las rejas, nada impide que sigan adelante», reconoció Romero. El proyecto del exgobernador salteño ahora deberá pasar las diferentes comisiones hasta ser tratado en el Parlamento.
«La delincuencia organizada es una asociación delictiva permanente», advirtió el senador. Explicó que «la finalidad de obtener beneficios económicos de los que se retroalimenta para mantener la organización y el control de sus miembros. Este proyecto pretende ser una respuesta de carácter legal al grave problema que nos plantean«, aseguró Romero.
El senador resaltó los principales puntos de su proyecto
La iniciativa presentada por el senador nacional plantea que los internos sujetos al régimen deberán ser destinados a secciones especiales y custodiados por divisiones especializadas de la policía penitenciaria. Visitas de una hora por mes para ver a los miembros de la familia y/o convivientes en lugares acondicionados para impedir el paso de objetos. Estarán prohibidas las visitas con personas que no sean familiares ni convivientes, salvo excepciones avaladas por un juez.
También propone medidas innovadoras de control hacia los reclusos. Las visitas se someterán a control auditivo -y no solo visual como el régimen ordinario- y se grabarán en formato audiovisual. El último punto sobre el cual avanza el exgobernador Romero es sobre el uso de celulares en las cárceles. Propone que haya una sola comunicación mensual con la familia y/o convivientes con una duración máxima de 10 minutos.