SALTA (Redacción) – Cristina Fiore junto a Socorro Villamayor fueron las impulsoras iniciales de la polémica Ley Antipiquetes que se aprobó ayer de manera definitiva en el Senado. Lo sorpresivo de todo fue cuando se lo trató en Diputados, la diputada en cuestión decidió votar en contra ya que prefería que haya un debate previo y que no se trate sobre tablas. La iniciativa fue presentada el año pasado pero recién tomó forma en estos días.
La diputada provincial recordó que la Ley Antipiquetes surgió ante la queja de un legislador por la cantidad de rutas y calles hubo en Salta. «Viendo que hay dos derechos válidos, cómo evitamos que frente a la colisión de un derecho de uno no atropelle al otro», recordó Fiore que fue el interrogante final. Finalmente, esta semana la iniciativa tomo forma y avanzó sin problemas en las dos cámaras. Ahora queda en manos de Sáenz su veto o promulgación.
Con el objetivo de encontrar un equilibrio en los derechos es que se avanzó en esta iniciativa. «Ténes básicamente de un lado la libertad de expresión de manifestarte, de peticionar ante las autoridades y del otro lado la libertad de tránsito». Fiore contó que el objetivo es «conjugar la validez de ambos derechos sin que implique que uno tenga que perder en detrimento del otro».
La diputada se refirió sobre los puntos más candentes de la ley
Al mismo tiempo, la diputada admitió que una de las cuestiones más controversiales es la que hace «hincapié en que antes de la aplicación del Código Penal o el Código Contravencional se aplique una instancia de mediación», reconoció. También respaldó que haya que notificar a la Policía porque quienes se van a manifestar. Actualmente «no piden permiso, si no que dicen dónde se va a llevar adelante la manifestación y la obligatoriedad de las autoridades es ir al lugar para establecer una instancia de diálogo. En caso de fracasar sí dar cabida al código contravencional», enfatizó Fiore.
«Creo que la mejor manera de solucionar este tipo de conflictos es a través del diálogo, del consenso y los mediadores que entienden sobre estas cosas». En este marco, la diputada remarcó que «hay muchas cosas que son superadoras» para llegar a instancias de pacificación. Más allá de estar a favor y defender la iniciativa, votó en contra porque no está de acuerdo que se haya avanzado sobre tablas.
«Me hubiera encantado que tenga mayor debate y el día que se trató la primera sorprendida fui yo ya que dije que no me parecía oportuno y voté en contra del tratamiento sobre tablas», aclaró Fiore. Señaló que habría sido positivo que se abriera una instancia al diálogo con universidades, poderes de Estado, colegios involucrados. Sorpresivamente, no mencionó a los principales perjudicados: los trabajadores y organizaciones colectivas.