SALTA (Redacción) – La pelea entre Javier Milei y los gobernadores, ayer sumó un nuevo capítulo. La cuestión es que esta vez hasta los mandatarios del PRO se les dieron vuelta y recriminaron su actitud. Dentro de estos reproches se encuentra Gustavo Sáenz que expresó su solidaridad con Ignacio Torres, mandatario de Chubut y foco de la discusión; y los demás jefes de Estado.
Cuando la discusión entre el presidente y los gobernadores había escalado fuertemente, el mandatario salteño agarró su cuenta de Twitter y se expresó. «Desde el norte profundo de la Patria mi solidaridad con mis colegas patagónicos», comenzó escribiendo Sáenz. El paso siguiente fue remarcar cuáles son los recursos que aporta la provincia a todo el país.
Por lo tanto, el gobernador salteño remarcó que «Salta le da gas y petróleo al país desde hace casi 80 años. Hoy damos granos, carne y tantas industrias». Al mismo tiempo, replicó el discurso de los demás mandatarios. «No olvidemos que las provincias preceden a la Nación, este país nació a partir de las provincias y no a revés», recordó Sáenz.
«El interior productivo sostiene y sostuvo este país e impulsará la reactivación«, insistió en su cuenta de Twitter. A modo de cierre, volvió a instar por la unidad entre Nación y Provincias. «Con humildad, convoco nuevamente a un gran Acuerdo Nacional. El diálogo, el consenso y el RESPETO son sinónimos de Democracia. En momentos difíciles se necesita madurez, templanza, humildad, grandeza y prudencia. Que Dios ilumine ese camino y nos encuentre abrazados y juntos peleando por nuestra querida Argentina», concluyó Sáenz.
El gobernador y su ambigua relación con Nación
Vale recordar que el gobernador Sáenz fue de los primeros en tratar de tejer una buena relación con Nación tras la victoria de Javier Milei. Sin embargo, en un tramo de dos meses pasó de ser un aliado a que lo tilden de traidor por el fracaso de la Ley Ómnibus. Esta semana trató de restablecer el vínculo con la invitación a Victoria Villarruel y Guillermo Francos a Salta, pero probablemente anoche el presidente haya pasado un límite y todo vuelve a foja cero.