SALTA (Redacción) – No cabe duda que algo ha cambiado en la relación entre Gustavo Sáenz y el Gobierno de Javier Milei. De ser el primero en levantar la mano para defenderlo y convocar al diálogo a ser tildado como traidor con el fracaso de la Ley Ómnibus. Ahora se viene el debate por el DNU y el gobernador le pidió a los legisladores que defiendan a Salta con uñas y dientes.
Al mandatario provincial se le consultó por el debate que se viene en el Senado pro el DNU. Dicho decreto parte de la base de promover la desregulación total de la economía y más allá de que muchos puedan coincidir con ese punto, la verborragia del presidente complicaría su aprobación. Gustavo Sáenz también fue foco de ataques por parte del jefe de Estado nacional semanas atrás.
«Les he pedido a todos los representantes de la provincia que se corten la mano antes de votar algo que vaya contra los intereses de los salteños», insistió. «Creo que van a ir en ese sentido porque hay cuestiones del DNU que no se pueden pasar», planteó Sáenz. Lo que se debe tener en cuenta es que los DNU se aprueban o se rechazan en su totalidad y no en partes.
Sin certidumbre no hay inversiones posibles
A su vez, Sáenz aclaró que «Argentina está siendo vista por el mundo, y lo que se observa es la parte económica y la parte institucional. ¿Quién va a querer invertir en el país con la situación que tenemos hoy?”. Es decir, sin estabilidad política no puede haber ninguna seguridad jurídica que garantice inversiones y desarrollo. Es decir, las disputas ejercidas por Javier Milei contra las provincias poco ayudan.
De este modo, respaldó a su par de Chubut, Ignacio Torres. Para Sáenz, el mandatario del sur tomó decisiones que «tienen que ver con la angustia y la falta de diálogo». Lamentablemente ,»nos llevan a un límite que puede evitarse dialogando. Falta que se sienten en la mesa los que acompañan al Presidente y no fueron elegidos por el voto popular, fueron puestos a dedo. Tienen que entender que Argentina no empieza y termina en la General Paz», insistió Sáenz.
