SALTA – Gustavo Sáenz sigue buscando recuperar la confianza de los salteños de la manera que sea necesaria. La realidad es que son muchas las personas que han dejado de creer en el gobernador y todo lo que predica a diario. Por este motivo, Carlos Zapata brindó su opinión sobre lo que pasa en Salta y criticó la iniciativa del Pacto de Güemes, al considerar que carece de una idea fija y que es un movimiento desesperado del Gobierno de la provincia.
Zapata tuvo varios cruces con Sáenz semanas atrás durante la problemática que se armó por la Tabacalera Sarandí, además renegó de las publicaciones del mandatario provincial, quien indirectamente la catalogó de ser una persona que buscaba sacar rédito propio de esta situación, algo que no gustó a nada al legislador. «Yo no soy cagón como el gobernador, yo sí doy nombres«, disparó en ese momento.
Carlos Zapata dice que usar a Güemes para impulsar un «Pacto» es innecesario
El senador nacional por Salta manifestó que esta iniciativa tomada por el Gobernador de la provincia no cuenta con un idea clara y que hasta ahora, lo más evidente es que Sáenz intenta volver a tener esa confianza con el pueblo que se perdió debido a su ineficacia durante la gestión. «Es una afrenta a nuestro máximo prócer provincial. Me parece que en las cuestiones políticas donde el gobernador busca posicionar y recuperar alguna preferencia del público que ha perdido porque así lo marcan las encuestas, utilizar el nombre de nuestro héroe gaucho no está bien».
Por otra parte, dejó en claro que si el Gobernador busca llegar a un acuerdo de verdad para volver a conectar con la gente tiene que tener más transparencia en sus acciones y dejar en claro lo que quiere hacer, sin tener que hacer un llamado que deja en incertidumbre a una gran parte. «Llama a las fuerzas políticas y no dijo para que. Tiene que haber transparencia, porque la transparencia es lo que va a traer credibilidad en las acciones del Gobierno».
Para finalizar, especificó que la intención de crear una reunión de estas características sin brindar detalles sobre lo que se quiere tratar solo va a seguir generando rechazo por parte del ciudadano. «Evidentemente las cosas que uno va viendo y como se manejan en ciertos estamentos de la administración genera rechazo y eso va diluyendo la voluntad que tiene el ciudadano de apoyar o secundar las políticas del gobierno o las medidas que se dicten».