SALTA (Redacción) – Finalmente, anoche se aprobó la intervención municipal a Morillo. En primer lugar había dado el visto bueno el Senado y finalizando el día lo hizo Diputados. El presidente del bloque oficialista, Germán Rallé, lamentó que se tenga que avanzar con esta medida nuevamente en tan poco tiempo. El antecedente más reciente fue Aguas Blancas.
Antes que nada, el legislador provincial sostuvo que discutir y tratar posibles intervenciones no es una situación cómoda ni agradable. También Rallé remarca que «en menos de un par de meses nos toca volver a discutir la intervención de un municipio de nuestra provincia», indicó con cierto lamento. Aunque el interventor es un hombre de estrecha confianza del gobernador, se trata de Marcelo Córdova.
En definitiva, el legislador reconoció que cuando se avanza de esta manera no se hace más que coartar la libertad de los ciudadanos. Es decir, quien fue electo por el voto popular no termina su mandato por la intervención. Rallé sostuvo que estamos «coartando el mandato constitucional que otorga la ciudadanía».
Todo sea por la paz y el orden social
Más allá de todas estas frases lamentando la intervención en el municipio de Morillo, el diputado saenzista aseguró que servirá para «traer orden y paz social». Sin embargo, aclaró que es algo habilitado por la Constitución de Salta. «Lamentablemente, recurrimos a esta medida extrema sin juzgar la inocencia o culpabilidad de una persona», indicó el legislador.
Además, aclaró que cada vez que se avanza con una intervención se confirma una nueva «desacreditación» por parte de la clase política. Por eso reconoció que «tenemos que tomar conciencia que nuestros actos repercuten y golpean muy duro a los pilares fundamentales que tiene la democracia. Tenemos que saber que cuando cumplimos el mandato de la gente lo hacemos en nombre de ellos. El cambio lo hacen las acciones, las acciones honestas«, finalizó Rallé.