SALTA (Redacción) – La política da amistades y permite crear vínculos fuertes. Allí no se sabe diferenciar entre lo bueno y lo malo, las irregularidades ni las mentiras. Gustavo Farquharson es el mejor ejemplo de todo esto con Emiliano Durand ya que defendió su gestión de punta a punta, a pesar de que hay muchas cosas sin hacer y deudas pendientes.
En una contundente nota publicada en El Intra se muestran todas las mentiras y falacias de la gestión Durand. Lo peor de todo es la férrea defensa que realiza el concejal Farquharson a una administración municipal que está a la vista de todos y brillan por su ausencia. Según el edil, se cumplió con todo lo prometido pero los hechos demuestran que no es tan así.
Una de las promesas que había realizado Durand en campaña era eliminar la fotomultas, hoy están en funcionamiento y están recaudando por esa vía. Ni hablar si se trata de aumentar impuestos y afectar el ingreso de los contribuyentes. ¿Arregló las calles? Eso está en veremos, además sigue con la excusa de la pesada herencia y otras complicaciones.
«Emiliano cumplió con lo prometido durante la campaña, que encabeza una gestión que define prioridades y avanza; que la definición de esas prioridades surge de un conocimiento claro de cuáles son los problemas de las y los vecinos; algo que solo puede conocerse con un trabajar cotidiano de cara a la gente», manifestó
Otra mentira que esgrimió Farquharson es que su amigo Durand mantiene reuniones con los vecinos de la ciudad, a quienes le hace diferentes promesas pero luego nada de nada cumple. Claro está que el nivel de objetividad del concejal con respecto al intendente es mínima porque los une el vínculo de amistad y prefieren mantener las cosas como están.