SALTA (Redacción) – Pareciera ser que para los políticos se volvió normal fingir demencia y no hacerse cargo de la parte que les corresponde en cada problema que se vive. Con el masivo uso de pirotecnia en Salta en Navidad afloró el enfoque crítico de los políticos que eligen culpar a los salteños por tirar cohetes. Germán Rallé se mostró en esta línea y tuvo nula autocrítica.
En una entrevista con el medio Aries, el diputado del bloque oficialista responsabilizó a la población por el uso de pirotecnia. Volvió una vez más hacia la cultura de la prohibición ya que insiste en la necesidad de prohibir la venta de explosivos. «En su momento salió la ley de pirotecnia lumínica, con baja emisión sonora, pero lamentablemente, la sociedad pareciera que es hija del rigor y no entiende«, sostuvo Rallé.
Más allá de la existencia de marcos normativos como la ordenanza N° 15.546 y la Ley Pirotecnia Cero que regula los explosivos de alta sonoridad consideran que se debe ir más a fondo. «Ante una ley, hay una trampa y las empresas se controlan, pero siempre surgen eventuales comerciantes ilegales de pirotecnia», lamentó Rallé. En definitiva, considera que «se deben hacer normas mucho más duras».
De otro modo, como si fuera portavoz del sentir navideño, remarcó que «el motivo de las fiestas no es hacer explotar un cohete, sino estar en familia, celebrar por tener salud y trabajo”. Al mismo tiempo, lamentó que los controles se hayan realizado hasta las 19 porque después de esa hora aparecen los puestos clandestinos. Si lo sabía de antemano, ¿por qué no lo denunció?
Lo que se viene
Como si la culpa lo invadiera por lo ocurrido en Navidad, aclaró que espera que para los festejos del 31 de diciembre la situación sea diferente. «Hablé con el subjefe de la Unidad Regional N.º 7 y estamos trabajamos en todo lo que van a ser controles durante el 30, 31 y 1 enero, así también como en la presentación de proyecto para la prohibición de la pirotecnia».
«He visto muchas campañas de concientización en medios de comunicación y redes sociales, pero parece que no alcanza para la conciencia del ser humano, piensan que es un ratito, pero no se dan una idea de cómo daña», finalizó su crítica a la población pero no a los encargados de hacer los controles.