SALTA (Redacción) – Más allá de todas las dificultades que se vivieron en este año, las obras públicas y las políticas de desarrollo no se detuvieron. Sergio Camacho en su rol de ministro de Infraestructura resaltó este aspecto y también la importancia de contar con infraestructura para el 2025 a pesar de que Nación no ha mostrado previsibilidad ni voluntad de tenerlo.
«Está clara la visión del Gobernador de seguir invirtiendo en infraestructura, de que la inversión en infraestructura se convierta en una política de Estado y con el tiempo recuperar años y años de desidia», planteó Camacho. Además, se debe destacar que «el 12,8% del presupuesto provincial estará destinado en 2025 a la ejecución de 690 obras de diferente envergadura.»
Por otro lado, el ministro de Coordinación de Enlace y Relaciones Políticas admitió que fue efectivamente un año complicado. Sin embargo, se logró firmar un importante convenio en junio donde Salta se hizo cargo de las obras nacionales. Asimismo, admitió la importancia de contar con presupuesto para el 2025. «Vamos a continuar todas las obras de hospitales que estamos haciendo más los que se incorporan», aseguró Camacho.
«Queremos tener una hoja de ruta, que la gente sepa lo que vamos a hacer y los legisladores que son los responsables de controlarnos también sepan qué es lo que vamos a hacer», aclaró. Todo esto sin perder la visión federal, participativo y representativo de la gestión provincial. El equilibrio fiscal jugará un papel elemental para poder garantizar la sostenibilidad de estos trabajos.
Comparado con Nación
A nivel nacional no habrá presupuesto ya que no se logró el acuerdo necesario en el Congreso ni con el Ejecutivo. En Salta «representará un 12,8% del presupuesto provincial total y si tenemos presente que cuando asumió el Gobernador Sáenz ese mismo presupuesto representaba un 3,5%, está clara la visión del Gobernador de seguir invirtiendo en infraestructura, de que la inversión en infraestructura se convierta en una política de Estado.»
No obstante, lo preocupante es que Javier Milei podrá definir de manera discrecional que hacer con los fondos nacionales. Por lo tanto, «hace que no sea previsible lo que va a ocurrir en el año», reflexionó. Camacho explicó que «cuando uno tiene un presupuesto sabe cómo lo ejecuta, las partidas están disponibles y de ese modo se trabaja».
En definitiva, este 2024 fue un periodo para reinventarse particularmente para poder continuar haciendo obras públicas a pesar de su suspensión. «Podemos mencionar el caso de las 2.000 viviendas que el Gobierno nacional abandonó y que nosotros vamos a terminar. Habrá una cantidad de cosas que se irán viendo con el tiempo; claramente lo haremos con la misma sensatez de los años anteriores, sabiendo y previendo qué se va a hacer en cada año y haciendo partícipe a la gente», concluyó.
