SALTA (Redacción) – A lo largo del año pasado se ha visto como el gobernador Gustavo Sáenz ha intentado tejer relaciones y lazos de amistad con Javier Milei. Pudo haber servido para beneficio personal porque la Provincia de Salta se vio totalmente afectada. En el marco del ajuste feroz realizado por el gobierno libertario fue una de las más afectadas.
Fue tan así que pocas veces se vivió una política de ajuste tan grande y masiva. La más afectada de todas fue la Provincia de Buenos Aires y luego sigue la de Salta. No en vano fue que permanentemente los funcionarios de Sáenz reclamaban por los fondos coparticipables que les habían anulado o suspendido. La obra pública fue uno de los grandes desafíos en este sentido.
En total todas las provincias sufrieron pérdidas y caídas en lo que respecta a los fondos coparticipables. El porcentaje estimado es de un 10% en términos reales, a lo que se debe descontar la inflación; de los últimos 12 meses. Las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sufrieron este impacto. De ellas, Salta fue la segunda más afectada.
Números consolidados explica que el ajuste fue del 9,8%, en las 24 jurisdicciones y que la provincia gobernada por Axel Kicillof fue la más afectada. La que menos sufrió estas perdidas fue la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con una reducción del 8,6%. De este modo se observa una vez más la asimetría existente en todo el territorio nacional.
En Salta
Con estas aclaraciones hechas, vale la pena demostrar cuál es el porcentaje de impacto que tuvo sobre la economía salteña. Se mencionó que Salta fue la segunda provincia con mayor impacto ya que la caída de la coparticipación fue del 9,8%. Es decir, que ni el apoyo en el Congreso de los diputados de Sáenz alcanzó para mejorar la situación.
En resumidas palabras, la coparticipación representa el 44,8% de los ingresos anuales de todas las jurisdicciones. Las dos que más reciben de esta distribución de recursos son Santiago del Estero y Formosa con el 63%; y CABA la que menos obtiene. Para concluir, si se analiza el fuerte ajuste de las transferencias no automáticas, los envíos a las provincias se redujeron un 93%.